a asociación de vecinos Elitxu, del barrio irundarra de Lapice, lleva más de quince años tratando de que se materialice el proyecto de reurbanización de la calle Lapice. A pesar de llevar el nombre de una sola vía, la intervención contempla también a las calles Elatzeta, Deskarga y General Freyre.

Y es que en toda esta zona la configuración de las edificaciones existentes y la actual ordenación hacen que las aceras sean "muy estrechas y en algún caso inexistentes", como explicó el presidente de la asociación vecinal, Manuel García, en su intervención en el Pleno municipal de este mes de septiembre.

Como recordó García, la primera vez que se habilitó una partida presupuestaria en las cuentas municipales de Irun para acometer estas obras coincidió con el estallido de la crisis de 2008, que provocó que ese año el presupuesto para inversiones del Consistorio prácticamente desapareciese. "Entendimos la situación", aseguró el representante vecinal, que relató el estupor de la asociación cuando, al recuperarse la capacidad inversora, se cambió la lista de prioridades, paralizando el proyecto.

La decepción entonces "fue mayúscula", pero desde Elitxu continuaron insistiendo y consiguieron que la partida se volviese a incluir en los presupuestos, los del año 2020. Pero la crisis pandémica no ha sido la única razón por la que la obra se ha paralizado en este año y medio. Al solicitar explicaciones a los responsables municipales, la respuesta recibida fue que el proyecto del traslado de las instalaciones deportivas de Plaiaundi a Txenperenea podría provocar afecciones en las calles en cuestión.

Tras consultar estos argumentos con técnicos del sector, desde la asociación de vecinos consideran que las razones aducidas para la retirada del proyecto son "totalmente inconsistentes". "Nos parece que no se pueden menospreciar de esta manera las aspiraciones legítimas de los vecinos y vecinas de la zona", reprochó García, que finalizó su intervención exponiendo el objetivo de la moción registrada por Elitxu: que el Pleno reconsiderase la decisión de paralizar el proyecto.

Después de las intervenciones de los portavoces de los grupos de la oposición, que defendieron las reivindicaciones de Elitxu, la delegada de Obras, Cristina Laborda, remarcó la positiva evolución del barrio de Lapice en los últimos quince años, recordó que nunca se ha aprobado una inversión en un barrio "a golpe de moción", lo que acarrearía abrir la puerta a futuras mociones con otras reivindicaciones, y reprochó al PNV su "falta de coherencia" con respecto a decisiones del grupo en Plenos anteriores. El portavoz jeltzale, Xabier Iridoy, denunció la "tergiversación" argumental de la delegada al "descontextualizar" esas decisiones de su grupo.

Finalmente, la moción fue rechazada con los votos favorables de PNV, EH Bildu y PP, y los votos en contra de los socialistas y Elkarrekin Podemos-IU.