- El Ayuntamiento de Irun sacó a concurso público la semana pasada la redacción del proyecto del futuro aparcamiento subterráneo de la ladera de Belartza, en Artia. Se trata de una de las propuestas para facilitar el estacionamiento de los vehículos privados de los vecinos del entorno que el equipo de gobierno local anunció en abril de 2019, si bien la idea original de habilitar un parking bajo la ladera de Belartza tiene ya al menos una década, como recordó ayer la delegada de Obras, Cristina Laborda.

El motivo de la longevidad del plantemiento responde al elevado coste económico del proyecto inicial, de tres plantas en subterráneo, que ya provocó la paralización de su gestión durante la crisis financiera del 2008. Ahora, aunque la pandemia ha retrasado algo los pasos iniciales de la gestión, parece que no impedirá que el aparcamiento se acabe materializando, si bien el Consistorio pretende hacerlo de forma más sostenible.

"Lo que hemos planteado para intentar hacerlo viable económicamente es adaptarlo de tal manera que, para reducir costes, pasaríamos a un aparcamiento de dos plantas en subterráneo y un aparcamiento en superficie", explicó ayer Laborda. El parking en superficie sería el ya existente en la calle Pintor Berrueta, que aunque se verá afectado por los trabajos de ejecución del subterráneo, sería después reconstruido manteniendo las 48 plazas de las que dispone.

En cuanto al número de plazas del subterráneo, la responsable técnica de las áreas de Obras, Vía Pública y Movilidad, Ana Baena, indicó que rondarán en torno a las 140 y que, en principio, darán servicio a los residentes. "Luego habrá que ver la fórmula en la que se gestionan las plazas, si serán en régimen de alquiler, si habrá derecho a superficie y otras cuestiones que se concretarán más adelante", añadió Laborda.

El presupuesto de la redacción del proyecto y para la realización de un estudio de alternativas es de 100.000 euros, y la convocatoria de la licitación estipula que el aparcamiento deberá quedar completamente integrado en la trama urbana existente, por lo que la empresa adjudicataria tendrá que estudiar las redes de servicio e instalaciones ya existentes en la zona de Belartza para definir aquellas nuevas infraestructuras y conexiones que garanticen el correcto funcionamiento del futuro parking.

Más allá del proyecto de Belartza, Laborda también se refirió a otras actuaciones en materia de apacamiento en la zona de Artia y Palmera Montero, como la ampliación del parking de Bienabe Artía, cuyas obras ya están en marcha, o la reubicación del de Arbesko Errota en la parcela de la futura residencia para mayores de Arbes, actuaciones orientadas a satisfacer las necesidades de estacionamiento de los vecinos del entorno.

Por su parte, el delegado de Movilidad, Borja Olazabal, indicó que esta batería de propuestas pretende compatibilizar las necesidades globales de la ciudad con la sostenibilidad del entorno, recordando la apuesta realizada por el Consistorio en el último año para ganar mayores espacios para ciclistas y peatones: "En el caso de Belartza el aparcamiento va a ser subterráneo, por lo que vamos a poder mantener esos espacios para la ciudadanía".

Por otro lado, Laborda informó también ayer de que el área de Obras tiene previsto crear un aparcamiento en superficie con 45 plazas en la trasera de la calle Diana, en el entorno de Lapice. El proyecto ya está redactado y, si bien no ha entrado en los presupuestos, la delegada esperó poder incluirlo en las cuentas vía modificación de créditos "en cuanto sea posible".

El parking subterráneo, previsto inicialmente con tres plantas, pasará a ser de dos y dará servicio a los vecinos del barrio de Artia