Los coros y el dulce marcan el ritmo de Tolosa

Tolosa ha sido este año un lugar de referencia en lo que respecta al canto coral. A finales del mes de octubre el municipio acogió tanto la 56ª edición del Certamen Coral de Tolosa como el Gran Premio Europeo de Canto Coral. Este último evento, celebrado el 26 de octubre en el teatro Leidor, es una cita ineludible para los amantes de la música de todo el mundo, y tiene lugar en Tolosa cada seis años. El certamen se organiza anualmente, de forma rotatoria, en distintas ciudades europeas: Arezzo (Italia), Maribor (Eslovenia), Tours (Francia), Debrecen (Hungría), Varna (Bulgaria) y Tolosa.

Xabier Ormazabal, codirector del Certamen Coral de Tolosa, señala acerca del Gran Premio Europeo de Canto Coral que “la de este año ha sido una competición de alto nivel, con la participación de coros de primer orden. Debemos mantener el listón si queremos seguir formando parte del circuito europeo”.

El Coro Juvenil Kamer, de Letonia, el vencedor del certamen europeo

En esta edición del Gran Premio Europeo participaron coros de Filipinas, Indonesia y Letonia, cuyo Coro Juvenil Kamer se proclamó vencedor del concurso. Esta formación mixta, fundada en 1990 en Riga, es reconocida por su elevada calidad vocal y expresividad, así como por la exigencia de su repertorio, que abarca desde música medieval hasta contemporánea. Considerado uno de los grupos corales más destacados a nivel mundial, se ha alzado con múltiples premios internacionales y ha colaborado con compositores de gran prestigio. El coro recibió un premio de 3.000 euros y una invitación para participar en el Festival Mundial de Coros de Hong Kong, una oportunidad inmejorable para proyectar su voz al mundo.

“En países como Filipinas y Letonia la cultura y la tradición coral están muy arraigadas. En Letonia, por ejemplo, suele decirse que lograron la independencia a través del canto”, expresa Ormazabal sobre el país ganador.

Delaware Choral Scholars, los triunfadores en el concurso de Tolosa

El 56º certamen Coral de Tolosa, que tuvo lugar del 30 de octubre al 2 de noviembre, se saldó con la victoria de la formación estadounidenseDelaware Choral Scholars, la cual también se llevó el premio a Mejor Interpretación de Obra Vasca tras emocionar con una magnífica versión del tema Aita, del compositor Josu Elberdin.

En referencia a este último galardón, Ormazabal destaca que “nuestro objetivo es dar a conocer al mundo el trabajo de los autores vascos. Es precioso escuchar a coros de cualquier país cantar en euskera, y muchos de ellos, además, incorporan esas obras a su repertorio. En el festival de Hong Kong del año pasado, por ejemplo, escuchamos dos piezas en euskera; se te ponía la piel de gallina”.

Un jurado de primer nivel

En ambos certámenes, tanto en el europeo como en el de Tolosa, el jurado estuvo compuesto por expertos mundialmente reconocidos, entre ellos dos vascos: Basilio Astúlez, profesor del Conservatorio Municipal de Leioa y de dirección coral en Musikene, quien formó parte del jurado del Gran Premio Europeo; y el tolosarra Enrique Azurza, profesor de Musikene y director coral, que estuvo en el jurado del concurso de Tolosa.

Tolosa, en el mapa internacional

Más de 1.200 coros de todo el mundo han pasado por Tolosa en las últimas décadas, lo que ha permitido situar a la localidad en el mapa internacional. “Cuando no existía Internet, el certamen era una forma de abrirse al mundo; una oportunidad para aprender de coros de otros países y conocer estilos diferentes. Para los tolosarras este evento es muy especial. Quienes vienen de fuera se quedan sorprendidos por la afición que hay aquí y por la implicación del público”, subraya Ormazabal.

En su opinión, un coro es mucho más que un grupo musical: “Es una familia. La colaboración, el esfuerzo, los ensayos... el coro es algo que se construye entre todos sus integrantes”.

Los dulces ‘asaltan’ Tolosa

La feria especial Tolosa Goxua, que celebró su 30ª edición, fue otro evento importante de este año en la localidad. Se llevó a cabo el 25 de octubre en la Plaza del Triángulo, donde se pudieron conocer y comprar postres y dulces típicos de Euskal Herria: rosquillas, pasteles, tartas, chocolate... así como las conocidas bombas y xaxas locales. La edición de este año llegó además con una novedad: la participación de la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa.

Así pues, la miel y la pastelería artesanal tuvieron un gran protagonismo. Por un lado, se celebró el XXVII Concurso de Miel de Tolosaldea, que durante años tuvo lugar en otras localidades. El dulce destacado fue la galleta Abaraska, elaborada con miel. Los confiteros de la localidad y alumnos y alumnas de las escuelas de Tolosa prepararon conjuntamente este postre artesanal, símbolo de la unión entre la pastelería y la apicultura.