Tras más de cuatro décadas de uso como casa de cultura y, especialmente, como biblioteca, el histórico palacio Errotalde pasará a ser de titularidad municipal gracias al acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la disuelta Fundación Murua Balzola. El convenio, aprobado por unanimidad en el Pleno celebrado este lunes, formaliza la transferencia al Consistorio de todos los bienes que la Fundación tiene en Bergara, incluyendo el jardín de Santa Ana que rodea el edificio, la ermita del mismo recinto y los terrenos de Bolu, afectados por el desprendimiento ocurrido en 2017, cuya estabilización en todo su conjunto está siendo asumida por el Ayuntamiento mediante trabajos de consolidación de la ladera.

La Fundación Murua Balzola, impulsada por Ignacio Murua Balzola (1863-1953), había agotado sus recursos económicos, lo que comprometía la continuidad de sus fines. El Registro de Fundaciones y la Administración de Fundaciones del País Vasco autorizaron la transmisión patrimonial de la Fundación al Consistorio mediante sucesión universal, que comprende tanto activos como pasivos, salvo excepciones específicas de fincas con propiedad compartida o situadas fuera de la localidad mahonera.

Abre a la veda a futuras intervenciones

Este traspaso no solo tiene un valor simbólico, sino que abre la puerta a futuras intervenciones en Errotalde jauregia, sede de la biblioteca municipal en virtud del acuerdo previo con la mencionada Fundación. Esta entidad ha permitido al Ayuntamiento utilizar las instalaciones bajo condiciones que garantizaban el mantenimiento y la conservación del inmueble. Aunque el convenio concluyó formalmente en 2020, la cesión se mantenía de manera tácita. Con el nuevo marco establecido, se abre un escenario que otorga al Consistorio plena capacidad para rehabilitar y adaptar el palacio y sus dependencias, asegurando la continuidad de su uso público.

Nuevas oportunidades

La materialización de esta titularidad municipal refleja un deseo compartido desde hace años. En la sesión plenaria del lunes, la portavoz del Gobierno municipal, Maite Usabiaga, destacó que este paso permitirá explorar “nuevas oportunidades” para el edificio y su entorno. “Errotalde no es solo el palacio; existen otros activos, como el jardín, y en adelante tendremos que empezar a estudiar qué alternativas ofrecen”, defendió.

Por su parte, el concejal del PNV, Mikel Lete, insistió en la importancia histórica de la Fundación Murua Balzola. “Durante años, gracias a esta entidad, la biblioteca municipal ha podido funcionar en este inmueble, junto al parque de Santa Ana. Con este convenio, finalmente conseguimos que el palacio, la ermita y sus alrededores pasen a manos del Ayuntamiento. Es el fruto de décadas de trabajo y planificación; ahora corresponde, como pueblo, decidir qué proyectos desarrollar en este espacio”, consideró Lete.

El alcalde, Gorka Artola, será el encargado de oficializar el acuerdo, completando así la cesión patrimonial al Consistorio. Esta formalización supone una ocasión para que la biblioteca municipal vea materializadas las ideas e, incluso proyectos, que han venido pululando durante años, con el objetivo de contar con unas instalaciones más actualizadas, accesibles y plenamente funcionales.