Campanadas de controversia en Soraluze
El contencioso para silenciarlas durante la noche se inicio en 2022 y en ese tiempo ha habido un recurso ante el Ararteko, una recogida de firmas por parte de los que quieren que sigan sonando y mediciones de sonido por el Ayuntamiento que señalan que vulnera los límites legales
El Ayuntamiento de Soraluze ha solicitado a los responsables de la parroquia de Santa María la Real que programen las campanas para que no suenen entre las 23.01 y las 06.59 durante la temporada estival, posibilitando de este modo el sueño tranquilo de aquellos vecinos de la localidad a los que les molesta su tañido constante y repetitivo.
Una larga disputa
La petición del consistorio soraluzetarra llega tras numerosas quejas vecinales y un informe técnico encargado por el propio Ayuntamiento que concluye que el nivel acústico de las campanas no cumple los límites establecidos por la legislación vigente sobre ruido.
En concreto, el estudio, que se ha llevado a cabo a lo largo del presente año, señala que las campanas de la parroquia de Santa María la Real vulneran lo que marca la Ley sobre el Ruido 37/2003, el Real Decreto 1367/2007 y el Decreto 213/2012 de la Comunidad Autónoma Vasca, que establece los límites de ruido admisibles según la legislación vigente en materia de salud pública.
En busca de un acuerdo
Aunque el reloj y las campanas del campanario son considerados un símbolo identitario del pueblo, el consistorio soraluzetarra cree que es necesaria la búsqueda de un punto de equilibrio entre la tradición y el derecho al descanso.
Esa es la razón que le ha llevado a realizar la solicitud de acallarlas a la parroquia de Soraluze, al considerar que se trata de una medida que, según afirma, “respeta el vínculo emocional con las campanas pero reduce su impacto acústico durante las horas de sueño”.
Reparación
Esta petición llega después de que las campanas hayan vuelto a sonar, tras haber permanecido en silencio durante varios meses debido a problemas técnicos que afectaban al sistema de funcionamiento.
El Ayuntamiento de Soraluze ha colaborado en la reparación del sistema, aportando 8.603 euros para su puesta en funcionamiento tras años de averías. Solventados los problemas técnicos, llega el momento de resolver el contencioso social que tanta controversia viene generando en la localidad desde hace ya tiempo.
Quejas vecinales
La demanda del Ayuntamiento se alinea con la que el grupo de vecinos de Soraluze que quiere silenciar las campanas por la noche viene haciendo desde hace tres años. El tañido de las campanas cada cuarto de hora a lo largo de la noche es un hecho que consideran inaceptable, en especial en aquellas en las que el calor no da tregua y no queda otro remedio que dormir con las ventanas abiertas.
“Pedimos que dejen de sonar por la noche, al menos durante la primavera y el verano. En esa época hay noches en las que es necesario abrir la ventana por el calor y con el sonido de las campanas se hace complicado poder dormir. El descanso es un derecho fundamental protegido por la ley y lo que queremos es que se cumpla”, señaló este grupo de vecinos en una nota remitida a los medios de comunicación hace unos meses.
Apoyo a las campanas
Esta nota se sumaba a una controversia que venía de años atrás y le enfrentaba a los vecinos de Soraluze que, apelando a argumentos como la tradición o la ayuda que les presta a la hora de saber qué hora es en esas noches que están desvelados, mostraron su oposición a que las campanas se silenciaran.
De hecho, esta reacción tuvo uno de sus capítulos más destacados en una recogida de firmas reclamando que las campanas continuaran sonando, que fue atendida por la parroquia.
Recurso al Ararteko
El conflicto terminó saliendo de los límites de Soraluze y llegó a la mesa del Ararteko, a raíz de una demanda presentada por los vecinos que querían disfrutar del sueño de la noche sin el sonido de las campanas.
En su respuesta, el Ararteko cargó la responsabilidad en el Ayuntamiento de Soraluze, señalando que estaba en la mano del consistorio determinar la justificación de la demanda atendiendo a la vulneración de lo que marca la ley en relación a los problemas con el ruido.
Medición del sonido
Llegados a este punto, el Ayuntamiento de Soraluze ha contratado a lo largo de este 2025 a una empresa especializada para que realizara la medición del sonido de las campanas de la parroquia de Santa María la Real.
Finalizado el estudio, en sus conclusiones se destaca que los decibelios generados por las campanas superan ampliamente los límites permitidos por la ley. Los resultados de este informe, unido al hecho de que las campanas han vuelto a sonar tras ser reparadas, sitúan el contencioso en un nuevo estadio en el que la postura del Ayuntamiento de Soraluze ha quedado definida.
Decisión final
Al igual que los vecinos que piden derecho al descanso durante la noche, considera necesario que las campanas callen entre las 23.01 y las 06.59. Ahora, solo queda esperar a la respuesta que da la parroquia.