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Mertxe CobosComerciante

"Se están cerrando muchas tiendas y la culpa es nuestra, pues nos hemos habituado a comprar desde el sofá"

En una época en la que las mujeres lo tenían mucho más difícil aún que hoy en día, Mertxe Cobos abrió varios negocios. Acaba de cerrar sus dos últimas tiendas.

"Se están cerrando muchas tiendas y la culpa es nuestra, pues nos hemos habituado a comprar desde el sofá"Asier Zaldua

Cobos empezó con una tienda de comestibles y después abrió un bazar y dos tiendas de ropa para niños. Ha dado trabajo a varias mujeres de su familia. Hace algunos años vendió el bazar y el año que acaba de terminar ha cerrado sus dos tiendas de ropa para niños de Beasain y Zumarraga.

¿Dónde nació? 

Nací en Otívar, un pueblo de Granada, en 1953. En 1957 mis padres vinieron a Ordizia. El aita trabajó en la empresa CAF y la ama como limpiadora. Durante muchos años trabajó en el restaurante Jose Mari de Ordizia. Somos cuatro hermanos y yo soy la mayor. 

¿Qué estudios hizo? 

Hice los estudios básicos. Después trabajé en la frutería Ortega de Ordizia. Pasé ocho años con ellos. Me casé joven, con 19 años, pues mi marido era ocho años mayor que yo. Tras casarme, decidí seguir trabajando en la frutería.

¿No le apena no haber podido estudiar más?

Sí. Hubiera ido por ciencias. Con las letras me arreglaba mal. Cuando la maestra nos mandaba escribir una redacción, no se me ocurría nada. En cambio, cuando nos ponía diez problemas, yo encantada. 

¿Cuándo vino a Zumarraga?

Cuando me casé. Roberto era riojano, pero vivía en Zumarraga. Lo conocí en Ordizia. Trabajaba en la empresa de construcción Irastorza y fue a Ordizia, a la obra del concesionario Renault. Solía venir a la tienda en la que trabajaba yo, a comprar bocadillos. Fue así como nos conocimos. Alos dos años de casarme, dejé la tienda de Ordizia y cogí mi primera tienda en Zumarraga.

"He vivido malas épocas, pero siempre he salido adelante"

Era una tienda de comestibles.

Al principio se conocía como el supermercado de Rosa y cuando la cogí yo, en 1974, se llamaba Gertu. Yo le cambié el nombre y le puse Onena. Trabajé durante 23 años en el supermercado. Pero cada vez se vendía menos, porque empezaron a abrir los grandes supermercados. Así, a la vuelta de una feria de Madrid, decidí cerrar el supermercado y abrir un bazar. En Madrid había conocido una franquicia, pero yo no quería una franquicia. Siempre he sido independiente: he vivido malas épocas, pero siempre he salido adelante. Con el bazar me fue muy bien. Estuve 21 años con él y hace seis le vendí el negocio a una chica. Ella también está muy a gusto. Le vendí un negocio que tenía 44 años y muchos clientes. 

En 2024 ha cerrado sus dos últimos negocios: las tiendas de ropa para niños Kux-Kux.

Mi marido compró un camión cuando la empresa Irastorza se fue de aquí. Después, tuvo un problema de salud y decidió dejar de trabajar. Con el dinero que conseguimos con la venta del camión, abrimos la tienda Kux-Kux de la calle Urdaneta de Zumarraga. Eso fue hace 36 años. La tienda Kux-Kux de la calle Esteban Lasa de Beasain la abrimos en 1996. 

Tiene espíritu emprendedor.

Cuando trabajaba en el supermercado, mi hermana Mari Jose trabajaba conmigo. Después, cuando abrí Kux-Kux, mi hermana vino a Kux-Kux y yo me quedé en el supermercado. Mi marido hacía de comodín. Siempre he sido emprendedora. Con el dinero que nos dieron por el camión, acabé de pagar el local y abrí la tienda de ropa para niños. Yo misma me encargué de hacer el estudio de mercado. Me pregunté qué tipo de tienda hacía falta en Zumarraga y me di cuenta de que en las tiendas de ropa para niños Baby y Mentxu y Yone vendían ropa de precio medio y alto. Así, decidí vender ropa barata y de precio medio. Para eso, me puse en contacto con la empresa Mayoral. Es una empresa muy fuerte y vende ropa de calidad a buen precio. He trabajado con ellos estos últimos 35 años.

¿Por qué ha decidido cerrar las dos tiendas de ropa para niños? 

No ha sido porque fuesen mal, sino porque mi hija no quería seguir con los negocios. Mi hija menor trabajaba en una empresa y en 2011 se quedó en el paro. La chica que trabajaba con mi hermana en la tienda de Zumarraga se fue a Vitoria y mi hija ocupó su lugar. Pero lo que más le gusta es el submarinismo y quiere tirar por ahí. Hace muchos años me dijo que no tenía intención de hacerse cargo de las tiendas y a comienzos del año pasado me dijo que sería su último año. Llevo seis años jubilada y no tengo ganas de enseñarle el oficio a nadie. Ni de volver a empezar a trabajar. Además, la trabajadora de la tienda de Beasain, mi cuñada, y la de la tienda de Zumarraga, mi hermana, tienen 62 años. Han ido al paro y después se jubilarán. Mi hija, por su parte, va a ir a Filipinas a sacar el título de monitora de submarinismo.

¿Cómo ve el pequeño comercio? 

Se están cerrando muchas tiendas. La culpa es nuestra, pues nos hemos acostumbrado a hacer las compras desde el sofá. Las tiendas pequeñas intentan vender online, pero en eso no pueden competir con las grandes. Si no cambian mucho las cosas, las tiendas pequeñas no tienen futuro. Afortunadamente, he conseguido alquilar enseguida el local de Beasain. Lo ha alquilado una chica de origen marroquí, para vender productos de su país.

Es muy trabajadora, pero lleva seis años jubilada. ¿No se aburre? 

No. A mi marido le regalaron un perro y cuido de él. Va a hacer 14 años en fiestas de Urretxu. Además, mi madre tiene 92 años y vive sola, en Andalucía. Voy allí siempre que puedo. Además, tengo una casa en La Rioja, con huerta y frutales.