Por sus tablas han pasado respetadas y aplaudidas compañías de teatro y danza de la escena vasca, artistas estatales e internacionales, reconocidos músicos, espectáculos que llevan la firma de asociaciones locales… El Amaia antzokia de Arrasate es un teatro con mayúsculas, pero sus instalaciones acusan el paso del tiempo. En junio de 2023 las fuertes lluvias provocaron filtraciones y acentuaron las humedades en el edificio. Tres meses más tarde, en septiembre, se desplomaba el techo del 'hall'. Saltaba la voz de alarma, el Amaia cerraba sus puertas de forma temporal, y el Consistorio encargaba un informe que determinó que era necesario someter a una reforma integral a esta infraestructura cultural de referencia en la comarca. Esta semana el Gobierno municipal ha aprobado las bases que dirigirán el proyecto para rehabilitar el teatro, que se espera que esté redactado para “el próximo otoño”, con el objetivo de iniciar las obras “a finales de 2025 o principios de 2026”, explica la alcaldesa, Maider Morras.
“Con este paso pretendemos conseguir un equipamiento funcional, resistente, de calidad y actualizado, que responda a las necesidades de las y los arrasatearras, y de los vecinos del valle”, insiste la primera edil, que destaca también la enorme actividad que tiene el Amaia, más allá de ser un escaparate de las artes escénicas y la música.
El grado de deterioro del teatro cerrajero es palpable y se ha agravado, en palabras de la alcaldesa, con la “falta de mantenimiento de los últimos años”. “Su renovación es necesaria para que Arrasate cuente con el equipamiento cultural que merece y el Amaia vuelva a posicionarse en primera línea”, defiende Morras.
Intervenciones que se acometerán
En el pliego de condiciones para definir el proyecto se han establecido una serie de requisitos que marcarán el rumbo de la futura intervención. Así, según precisa el concejal de Cultura, Andoni Arratibel, la entrada ('hall') se pretende aprovechar al máximo para eventos de pequeño formato. “Habrá que insonorizar este espacio y se estudiará la posibilidad de maximizarlo”, añade.
Sobre la impermeabilidad del inmueble, el teatro tiene como hándicap el estar encajado en un bloque de viviendas, contra el talud del monte. “Esto ha originado filtraciones de agua y humedad que hay que solucionar”, recalca Arratibel. En el auditorio principal se tendrán que regularizar las gradas superiores para adaptarlas a la normativa, se sustituirá todo el patio de butacas, se renovará el sistema de concha acústica, la iluminación y climatización, se cambiará el suelo, rebajando en la medida de lo posible la actual pendiente, además de crear una nueva zona de control técnico que no genere barreras e inconvenientes en las y los espectadores. Con una capacidad actualmente para 789 personas, el aforo se reducirá a 699. “Más de 700, por ley, conferiría al Amaia otra categoría, obligando a fijar otras medidas de seguridad y a funcionar de otro modo diferente como hasta ahora”, señala Arratibel.
Rendimiento energético alto
Dotar a la caja escénica de mecanismos y motorización de maquinaria, reparar la tarima si se estima necesario, nuevos camerinos accesibles y profesionalizados, redimensionar los aseos femeninos (baños sin marcas de género), ampliar el almacén, reubicar el ascensor de carga… son otras de las intervenciones incluidas en el lavado de cara integral que recibirá el Amaia. Asimismo, deberá seguirse el criterio de Edificios de Consumo Casi Nulo (NZEB) y, para ello, se analizarán las posibilidades de instalar generadores de energía renovable.
Una vez de dar el visto bueno a las bases, que se han definido, tal y como apunta la alcaldesa, con la colaboración transversal de las áreas municipales de Urbanismo, Cultural, Igualdad y Euskera, el siguiente paso será sacar a licitación la redacción del proyecto por un importe de 247.000 euros (IVA excluido).
"Al menos “durante dos años” el teatro tendrá que estar cerrado, y la actividad cultural se programará en otros espacios"
Será este documento el que concrete la inversión que las arcas municipales realizarán en la puesta en forma del Amaia antzokia. Un desembolso al que comenzará a hacerse frente con el remanente del presupuesto de 2024.
Cierre del Amaia durante las obras
Lo que está claro es que el teatro estará cerrado al menos “durante dos años”. Un tiempo considerable que llevará a reubicar su programación en otros escenarios. “Estamos viendo desde ya los recursos con los que contamos. El cine, en principio, se trasladará a Juan Arzamendi Musika Etxea”, avanza Arratibel. Espectáculos de la dimensión que acoge el Amaia se tomarán un respiro, pero la vida cultural “no se parará” en Arrasate mientras su equipamiento estrella recupera su esplendor.