Los vecinos que pasean por el puerto de Mutriku han sido testigos estos últimos día de las actividades de un grupo de operarios que estaban montando lo que parecía ser una gran balsa de color azul en la zona de rampa conocida como Intxirrixa. La expectación que han levantado las operaciones para dar forma a ese particular pontón flotante ha aumentado cuando han comenzado a incorporar paneles fotovoltaicos a la estructura, hasta sumar un total de 15, dando lugar a todo tipo de especulaciones sobre su finalidad y el lugar en el que se iba a colocar finalmente el vistoso conjunto.

Los operarios dieron inicio el martes a las labores de montaje de la estructura Aitor Zabala

Junto a la planta undimotriz

Detrás de todo ese montaje se encuentra Tecnalia y, más en concreto, un proyecto de investigación encaminado a utilizar el espacio marino para la instalación de parques flotantes de paneles fotovoltaicos. El plan que se está desarrollando en Mutriku tiene como objetivo colocar los paneles fotovoltaicos en las inmediaciones de la planta undimotriz del puerto mutrikuarra que obtiene energía por medio de las olas, hasta donde se transportarán aprovechando la sustentación sobre el agua que le dan los elementos que constituyen el pontón flotante. Una vez en su sitio, se analizará el rendimiento que ofrecen los paneles a lo largo de un año. Los paneles son de diferentes tipologías, lo que ayudará a determinar también cuáles son los más adecuados para este tipo de instalaciones.

El conjunto está formado por 15 placas fotovoltaicas de diferentes tipologías Aitor Zabala

Alternativa a proyectos en tierra firme

La apuesta por el espacio marino para acoger este tipo de instalaciones ha ganado fuerza en los últimos años, en especial en Asia. También está teniendo buena acogida en países más próximos, como Portugal, donde el gobierno luso ha empezado a subastar la concesión de la superficie de agua necesaria para instalar sus paneles entre las empresas interesadas en generar este tipo de energía

Al igual que todas las tecnologías, presenta ventajas e inconvenientes. Una de sus ventajas es que se trata de una opción adecuada para la falta de espacio en tierra firme. Además, la proximidad al agua permite una mayor refrigeración, lo que aumenta el rendimiento en comparación con las instalaciones en tierra. La contrapartida es que tienen una menor capacidad para aprovechar las horas de sol al ser estructuras fijas, además del mayor coste de los sistemas flotantes y los amarres en relación con las cimentaciones en tierra.

Tecnología en auge

Las plantas fotovoltaicas flotantes suelen instalarse, por lo general, en zonas de aguas tranquilas, como embalses y lagos, pero los espacios vinculados al entorno marino han ganado terreno como una alternativa en auge en los últimos años.