Juanjo Moral homenajea a su padre con una novela de ciclistas y espías
El padre fue ciclista y ganó una carrera al otro lado del Telón de Acero
Zumarraga – Durante los años del Telón de Acero, un gran hermetismo rodeaba todo lo relacionado con los países del bloque comunista. No fueron muchos los vascos que tuvieron la oportunidad de pasar al otro lado. Uno de ellos fue el ciclista zumarragarra Juan José Moral. En 1975 corrió la Carrera de la Paz (el Tour de Francia de los países del Este) con la selección española y se impuso en la segunda etapa. Era un gran rodador y solo la mala suerte impidió que hiciera carrera en el profesionalismo. Casi 50 años después de su gran triunfo, su hijo Juanjo le ha hecho un bonito homenaje: ha escrito una novela de espías ambientada en la carrera que ganó su padre.
La novela se titula Vencer en tierra de espías. La ha publicado con la editorial cántabra Estrella del Norte y el viernes la presentó en la casa de cultura de Zumarraga. Espías, traidores, agencias de inteligencia, agentes infiltrados, el Muro de Berlín y el ciclismo son algunos de los ingredientes principales de la novela.
Ingeniero y escritor
Moral es ingeniero y trabaja en la empresa Irizar de Ormaiztegi, pero ha decidido escribir una novela tomando como partida la participación de su padre en la Carrera de la Paz. “Mi padre participó en la Carrera de la Paz en una época en la que era muy difícil pasar al otro lado del Telón de Acero. Decidí recabar información sobre su experiencia allí y después pensé que convenía hacer algo con esa información. No me parecía adecuado escribir un libro de deportes y decidí escribir una novela sobre la Guerra Fría. Empecé a escribirla en diciembre de 2020”.
El protagonista de la novela es Max Werner, piloto del ejército de la República Democrática Alemana. Es hijo de un alto funcionario de la Stasi, pero es sorprendido con información confidencial y se ve obligado a huir. La selección española de ciclismo va a participar por vez primera en la Carrera de la Paz y los servicios secretos de Gran Bretaña reclutan al seleccionador Ramón Ibarburu, para que contrate a Werner como traductor y le ayude a pasar a Berlín Oeste. Pondrán como excusa la necesidad de adquirir material ciclista de la marca Campagnolo, pero no les será fácil conseguir su objetivo.
La historia transcurre sobre todo en Alemania del Este, Checoslovaquia y Polonia; pero también en la Unión Soviética, Cuba, Francia, España y Euskadi. Algunos personajes son vascos (entre ellos el padre de Moral) y parte de la historia transcurre en localidades vascas: Legazpi, Lazkao, Donostia, Bilbao, Donibane Lohizune... No en vano, la guerra de 1936 y la Segunda Guerra Mundial también tienen presencia en el libro. “En la novela tienen cabida la historia, la política, el desarrollo personal, la importancia de nacer en un lugar o en otro, la relación entre familiares, la educación, la empatía... Los personajes tienen mucho carácter, son complejos, pues les ha tocado vivir experiencias muy duras”, explica el autor.
Ha disfrutado muchos escribiendo el libro. “Los que han leído la novela me han dicho que es emocionante. Que cada vez que acababan un capítulo estaban deseando comenzar a leer el siguiente. Y que el final es sorprendente. Yo he disfrutado mucho escribiendo el libro. No podía dejar de escribir. Me pasaba como cuando estamos viendo una serie que nos gusta mucho: estaba deseando comenzar a escribir el siguiente capítulo. Me parecía que estaba escribiendo una serie sobre la Guerra Fría. Una serie del estilo de Deutschland 83 o Chernobyl”.
En un principio, no tenía intención de publicar su historia. “Tras acabar el trabajo, se lo pasé a cinco o seis personas y todas me dijeron que estaba muy bien. Así, decidí intentar publicarla. No quería autoeditarla y la envié a algunas editoriales. La editorial cántabra Estrella del Norte apostó por mi libro y hemos pasado siete u ocho meses haciendo correcciones, diseñando la cubierta...”.
No descarta escribir más libros. “Escribir libros no tiene nada que ver con mi trabajo y antes, cuando me preguntaban si era de ciencias o de letras, siempre respondía que era de ciencias. Pero me gusta mucho escribir. No descarto escribir otro libro. De hecho, tengo algunas ideas”.
Puede que escriba más libros, pero seguro que no serán tan especiales como Vencer en tierra de espías. Porque es el primero y, sobre todo, porque es un homenaje a su padre.