Los fieles de Elgoibar y Soraluze ya conocen a quien desde el pasado 1 de septiembre es su nuevo párroco en sustitución de Viktoriano Etxabe. El azkoitiarra Joseba González se presentó ante ellos en sendos oficios religiosos que tuvieron lugar en las parroquia de ambas localidades el pasado domingo y en los que estuvo acompañado por el obispo de San Sebastián, Fernando Prado.
La jornada de presentación dio paso a un nuevo encuentro del párroco con los fieles en Arriaga el pasado lunes, coincidiendo con la celebración de la procesión y la misa con la que los vecinos de este barrio elgoibartarra festejaron el día San Antolín. De hecho, Joseba González tuvo ocasión de departir con los elgoibartarras que se sumaron al hamaiketako que tuvo lugar en la sociedad del barrio tras la misa. Animado por ese ambiente distendido, conoció a algunos de los que van a formar parte de su nueva parroquia, después de estar durante 12 años al frente de la de Pasai San Pedro.
Su paso por esta localidad costera próxima a Donostia ha dejado una profunda huella en el sacerdote azkoitiarra. Su adiós se va a materializar este sábado con una misa de despedida de quienes han sido sus fieles en un oficio que tendrá lugar en la parroquia de SanPedro y en el que coincidirá con el que será su sustituto, Thomas, un sacerdote originario del estado indio de Kerala. “He sido muy feliz en San Pedro. Me han hecho sentir un sanpedrotarra más y me voy con pena. Estoy triste por dejar Pasai San Pedro, pero contento por llegar a Elgoibar y Soraluze e incorporarme a las comunidades cristianas de ambas localidades. De la misma manera que me he sentido y me siento sanpedrotarra, me gustaría llegar sentirme también elgoibartarra y soraluzetarra”.
Pese a la pena por tener que decir adiós a Pasai San Pedro, González está contento porque el traslado a Elgoibar y Soraluze le permitirá, además, estar más cerca de sus padres, que viven en Azkoitia. El nuevo párroco residirá en una casa de la calle Errosario propiedad de la parroquia, que tuvo ocasión de visitar acompañado por sus padres y su hermano el pasado domingo. “Mis padres tienen ya una edad y, aunque están bien, para mi es importante saber que están cerca y que solo el alto de Azkarate me separa de ellos”.
Objetivos González es consciente de la crisis de fe y de vocaciones de la iglesia cristiana en el conjunto de Europa. Considera que se trata de un gran desafío al que también se puede dar respuesta con el trabajo a nivel local, apoyándose en comunidades de fieles como las que ha encontrado en Elgoibar y Soraluze. “Buscar el lugar de los cristianos en Europa es un gran desafío, pero es un reto que en estos momentos me queda muy lejos. Mi meta es incorporarme a las asociaciones de cristianos de Elgoibar y Soraluze, sumarme a ellos para vivir juntos la fe, conocerlos y ver qué relación tienen con el resto de la comunidad. La justicia y el apoyo a los necesitados tienen que ser nuestras metas pero, en la misma medida, debemos fomentar el espíritu cristiano en ambas comunidades, no para diferenciarnos de nadie, sino para mantener nuestra identidad”.