El encuentro sobre desarrollo de un ecosistema de cuidados de las personas mayores de Deba despertó un enorme interés entre los vecinos que se dieron cita en Foruen Plaza el domingo. A día de hoy son 112 las personas mayores que reciben cuidados de los servicios públicos en Deba. Esta función se ve complementada por la labor que llevan a cabo las propias familias, en la mayor parte de los casos por parte de mujeres. El reto ahora es avanzar en el desarrollo de un modelo de cuidados que posibilite una vejez activa y que, en la misma medida, dote a la localidad de un equipamiento para atender a los mayores cuando su situación de dependencia alcance un punto que imposibilite su atención por las familias, tal y como señaló la alcaldesa de Deba, Alazne Txurruka, ayer, en la valoración del encuentro. “Llegados a ese punto, la falta de un equipamiento adecuado en Deba obliga a esos vecinos a ir a otras localidades para recibir atención y, tanto ellos como sus familias, lo que quieren es seguir en su pueblo. Por eso, nuestro objetivo es dar los pasos necesarios para dotarnos de un equipamiento que responda a ese problema, al margen de otras medidas para mejorar la vida de las personas mayores”. El encuentro contó también con la participación de la diputada de Cuidados y Políticas Sociales, Maite Peña, quien, en su intervención, incidió en este mismo tema, y señaló que desde la Diputación de Gipuzkoa se trabajará en el proyecto del futuro equipamiento para Deba como parte del desarrollo de su ecosistema de cuidados.

Participación

Uno de los ejes del ecosistema de cuidados en los que el Ayuntamiento de Deba trabaja junto con otros organismos y agentes sociales es la participación de los vecinos. Este hecho quedó de manifiesto en el encuentro del domingo, en el que se habilitaron tres espacios de debate, uno centrado en la prevención, otro en las personas que necesitan cuidados y un tercero sobre personas dependientes en los que los vecinos tuvieron oportunidad de realizar sus propias aportaciones. Entre las ideas que surgieron se incluyeron propuestas como políticas para una jubilación activa y socializada, la normalización de los cuidados como una parte de la vida, el apoyo a la persona cuidadora, la extensión del servicio del Centro de Día a los fines de semana y los festivos, posibilitar que los mayores pasen los últimos años de su vida en su casa y dotar a Deba de un equipamiento para la atención de personas en situación de dependencia.