A finales de 2023, los Ayuntamientos de Beasain y Ordizia se unieron una vez más para promover la cultura en ambas localidades. Decidieron reafirmar su compromiso con el teatro, dando inicio a una nueva edición del ciclo Antzerki Garaia. Con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa y la Red de Teatros de Euskadi, los Departamentos de Cultura de ambos municipios organizaron un programa de ocho funciones, la mayoría en euskera, ya que este ciclo también busca impulsar el uso de nuestro idioma.

Antzerki Garaia arrancó el 12 de enero en el Herri Antzokia de Ordizia, con la representación de la obra teatral Obsoletus. Ahora, al comenzar abril, el ciclo llega a su fin, con solo dos funciones restantes para cerrar esta edición. La primera de ellas tendrá lugar este viernes. Sexpiertos será la obra que Telmo Irureta y Miren Arrieta interpreten sobre el escenario del Herri Antzokia ordiziarra. Ésta es una de las pocas funciones que se ofrecen en castellano, ya que de las ocho obras de teatro que conforman el programa, cinco son en euskera, dos en castellano y una bilingüe.

'Sexpiertos'

Sexpiertos es una obra presentada por Tanttaka Teatroa, escrita por el propio Telmo Irureta junto a Kepa Errasti y dirigida por Mireia Gabilondo. Cuenta las vivencias afectivo-sexuales de dos amigos; un periodista con parálisis cerebral y una vendedora de caramelos. Mostrarán, a través del humor y sin complejo alguno, sus miedos, sueños e ilusiones.

La función comenzará a las 20.30 horas. Las entradas están a la venta a 12 euros, en la taquilla del Herri Antzokia, así como en Kutxabank.

Beasain, 12 de abril

La última representación teatral será La sed del minotauro. Con esta obra, el ciclo Antzerki Garaia cerrará el telón hasta la próxima ocasión.

El 12 de abril, a las 20.30 horas, la obra de la compañía Khea Ziater invadirá el cine Usurbe Antzokia de Beasain, bajo la dirección de Alex Gerediaga y a través de la interpretación de los actores Jon Ander Urresti, Ainhoa Artetxe, Leire Ucha, Arrate Etxeberria y Txubio Fdez. de Jaúregui.

La sed del minotauro trasladará al público goierritarra a un pequeño café-bar de algún lugar donde hace frío. Del local entran y salen sus clientes, buscando el amor y huyendo de un mundo que a penas les considera.