Mutriku será el escenario de una prueba piloto con el reciclaje de envases ligeros como gran protagonista. La iniciativa cuenta entre sus alicientes con la entrega de una cesta repleta de productos de Mutriku para aquel vecino que demuestre cada mes un mayor acierto a la hora de hacer uso del contenedor amarillo, que es el que se utiliza para depositar este tipo de envases.

El control del reciclaje se llevará a cabo por medio de un dispositivo inteligente vinculado a una tarjeta que portará el usuario. El dispositivo se instalará en los contenedores amarillos, y el lector con el que está dotado determinará quién está llevando a cabo la labor de reciclaje bien y quién lo está haciendo mal. “Los vecinos que no quieran participar en el programa podrán seguir depositando los envases ligeros en bolsas, como vienen haciendo ahora, pero los que se sumen al proyecto deberán depositarlos en el contenedor haciéndolos pasar de uno en uno por el lector que se colocará en una de las bocas. Por cada envase ligero depositado correctamente se sumará un punto verde, que será rojo si el envase no es apto para ese tipo de contenedor. El vecino que tenga más puntos verdes al final de cada mes recibirá una cesta como regalo”, manifestó Igor Aldalur, técnico de Medio Ambiente de la Mancomunidad de Debabarrena.

Mejorar los ratios

El objetivo del proyecto es mejorar los ratios de recogida de envases ligeros. El hecho de que Mutriku sea la localidad elegida para esta experiencia piloto no es casual. En 2023 se recogieron 163 toneladas de envases ligeros en Mutriku (29 kilos por cada vecino), cifra que se sitúa por debajo la media de Gipuzkoa pero que convierta a esta población en la que mejores números presenta en Debabarrena en este apartado. “Ocupar ese primer puesto en Debabarrena es motivo de satisfacción y es justo dar las gracias a los mutrikuarras porque ello son los artífices de ese logro, pero los datos nos dicen que tenemos trabajo por delante. El reto tiene que ser colocarnos entre los pueblos de Gipuzkoa que mejor reciclan”, manifestó Ainhitze Azpiazu, alcaldesa en funciones de Mutriku.

Encuentros y charlas

La participación ciudadana es fundamental para saldar con éxito una experiencia piloto que podría extenderse a otras localidades de Debabarrena en el futuro. Se prevé que la experiencia de Mutriku echará a andar en mayo y se prolongará por un periodo mínimo de un año. Con el fin de animar a los mutrikuarras a participar en ella se han programado distintas charlas que tendrán lugar a lo largo del mes de marzo, así como encuentros con los escolares a finales de abril para implicarles en este plan piloto.