El 29 de diciembre de 2023 bajó la persiana de manera definitiva la armería Sportguns. El cierre supone el adiós de la última armería abierta al público en Debabarrena. En la misma medida, es síntoma del declive que la industria armera lleva padeciendo en la comarca desde hace décadas. A partir de ahora, los que quieran hacerse con un arma o munición en una armería (las pocas fábricas de escopetas que se mantienen activas en la comarca las comercializan directamente) deberán desplazarse a otras zonas de la Comunidad Autónoma Vasca, como Zarautz, Zumarraga y Amorebieta, ya que en Debabarrena ya no queda ninguna.

El encargado cerrar la última armería de Debabarrena ha sido Ángel Motrel. En 2013 cogió las riendas de La Industrial Guipuzcoana (LIG), un clásico de la venta de escopetas, cartuchos y equipos de caza radicado en la calle Antonio Arrillaga de Elgoibar, junto a su hermano, José Luis, rebautizándola como Sportguns. Nació en Valladolid, pero sus padres se trasladaron a Eibar cuando tan sólo tenía un año, por lo que se considera un eibartarra más. Como muchos jóvenes de su edad empezó a trabajar con tan sólo 15 años como aprendiz en Laurona, una empresa dedicada a la fabricación de escopetas, lo que le ha hecho ser testigo directo de los momentos de esplendor y crisis del sector. “Cuando empecé a trabajar, en los bajos de cada casa de Eibar había un pequeño taller dedicado a alguna actividad relacionada con la industria armera. En Laurona llegamos a producir 12.000 escopetas semiartesanales en un año. Había otras empresas como Zabala y Lanber que se dedicaban a ese mismo tipo de producto. Sin embargo, la irrupción de las firmas italianas y, posteriormente, de las turcas, con precios muy competitivos, hizo que se redujeran los márgenes y aumentaran las dificultades para competir. En poco más de un año cerraron Laurona, Zabala y Lanber. Las empresas que se mantienen activas en Debabarrena se dedican a la producción de escopeta fina, armas de mucha calidad y de un precio muy elevado, pero, a diferencia de lo que sucedía en los momentos de pujanza del sector, son empresas con pocos trabajadores y su producción anual conjunta puede estar entre las 200 y las 300 escopetas”.

La falta de mercado fue la que llevó al cierre de Laurona y colocó a Ángel y a José Luis ante el reto de labrarse un futuro tomando la riendas de la armería de Elgoibar en 2013. “No sabíamos hacer otra cosa y nos animamos a afrontar este proyecto”, señaló Motrel. El progresivo descenso de la venta de escopetas, lo han compensado con una dedicación cada vez mayor a la reparación de armas, un trabajo que requiere de mucha especialización y para el que a día de hoy casi no hay relevo. “El 80% de nuestra actividad ha estado dirigida a la reparación. Hemos arreglado escopetas de todos los rincones de España. En este tiempo he tenido a cuatro personas aprendiendo el oficio pero terminaban cansándose. Lo mismo sucede con la escopeta fina. Para ser un especialista en la fabricación de ese tipo de armas hace falta un periodo de formación de varios años y los jóvenes prefieren buscar su futuro en otro sector antes que pasar ese tiempo como aprendices. Antes había 200 grabadores y hoy habrá tres”.

Los 11 años en Sportguns le han permitido ser testigo de los cambios que se han producido en la sociedad en lo que a la caza y a las armas se refiere. “Antes no era extraño regalarle una carabina al niño en la primera comunión. Si Eibar tenía 28.000 vecinos podía haber 15.000 armas en sus hogares. Hoy en Eibar no sé si habrá 100 cazadores con licencia. Es cierto que se mantiene la afición a la caza, en especial en la costa, pero cada vez ponen más trabas para practicarla. Las normas para la posesión de armas son muy restrictivas. Pese a lo que piensa la gente, conseguir un arma en España es muy complicado. Tampoco podemos perder de vista de que la caza es un deporte caro y son muchos los cazadores que optan por ahorrar en la escopeta para afrontar los costes que conlleva (munición, cotos...). Si le sumas que la percepción de la caza por parte de la gente está cambiando, ves que el futuro del sector es muy complicado”.