El Ayuntamiento de Irun, dentro del programa de prevención del aislamiento social que activó hace más de una década, acaba de poner en marcha un servicio piloto que tiene como objetivo detectar y actuar ante situaciones de soledad y aislamiento en personas mayores de 60 años.

Con el fin de determinar qué recursos existen en cada barrio de Irun para proteger a esas personas de sufrir situaciones de aislamiento o soledad no deseada, se va a realizar una radiografía de tres zonas de la ciudad (Ventas, Artia y Lapice). Durante la primera fase, que ya ha comenzado, se han mantenido reuniones entre representantes de las asociaciones vecinales y la psicóloga responsable del desarrollo del proyecto.

Después se analizarán otros factores en los barrios, como las actividades culturales dirigidas a este colectivo que se organizan en cada uno de ellos, así como los grupos de apoyo, los agentes sociales y los servicios existentes en los mismos. De este modo se pretende brindar una mejor atención individualizada a las personas que se acerquen a los servicios sociales del Ayuntamiento, ofreciéndoles información y asesoramiento de manera integral en cuanto a los recursos que pueden encontrar tanto en los barrios como a nivel municipal.

Pero, además, a partir del próximo lunes, y dentro de este proyecto piloto, cada semana se ofrecerá atención directa en las asociaciones de vecinos de los tres barrios mencionados. Durante dos horas, una profesional del Ayuntamiento informará a quien lo desee acerca de los citados recursos. En concreto, los encuentros en Lapice serán los lunes de 16.00 a 18.00 horas, en Ventas los martes de 10.00 a 12.00 horas y en Artia los lunes de 11.45 a 13.45 horas.

Al mismo tiempo, a las personas que muestren indicadores de aislamiento social o de soledad se les brindará la posibilidad de participar en talleres grupales. Estos se celebrarán semanalmente y tendrán una duración de una hora. En ellos se trabajarán herramientas para abordar ese aislamiento social, como el fomento de la participación en actividades concretas, la identificación de aficiones e intereses, la participación en dinámicas de grupo, etc. De esta forma, además de evitar la soledad no deseada, se potenciará el envejecimiento activo integrado en la comunidad.