Mendaro fue testigo ayer de una nueva edición de la tradicional feria agrícola y ganadera de la Concepción. Cientos de personas, tanto de la propia localidad como de los pueblos de alrededor, se dieron cita en sus calles para disfrutar de este popular mercado de exposición y venta en el que los productos de nuestros caseríos son los grandes protagonistas.

Después de unas jornadas de puente marcadas por la pertinaz presencia de la lluvia y las bajas temperaturas, el clima optó por dar un respiro y el sol brilló durante en desarrollo de la feria a lo largo de la mañana de ayer. Esta circunstancia ayudó a que el público acudiera en buen número a Mendaro y la feria volviera a ser un éxito de participación.

La Herriko Plaza y su entorno, incluido el frontón, se convirtieron en el corazón de la feria y el punto en que compartieron espacio productores de pan, queso, dulces de todo tipo, incluidos los chocolates de Mendaro, frutas y verduras. La feria incluyó también una variada muestra animales, desde ovejas, a curiosos ejemplares de aves propias de los más variados rincones del mundo, pasando por algunas cabeza de ganado, como la vaca cachena, originaria del norte de Portugal y Orense, que provocaron la admiración de los asistentes por su descomunal cornamenta.

Los concursos también tienen su espacio en la feria de Mendaro y el más señalado de ellos es el que tiene a la sidra como protagonista. Seis sidreros tomaron parte en la edición de este año y, al final, el título fue a parar a manos de la sidrería Izeta. Otro curioso concurso de la feria de la Concepción tiene como objetivo acertar el peso exacto de un queso exhibido en el recinto ferial. La pieza que iba a actuar como juez en el concurso de este año tenía un peso de 1.106 gramos, pero nadie fue capaz de dar con la cifra exacta. Ante esta tesitura, los miembros de jurado adoptaron una solución salomónica optando por dividirlo en cuatro partes y entregar cada una de esas porciones a los cuatro concursantes que más se habían aproximado al peso justo.

JON SALEGI SAROBE

La programación de la tarde estuvo marcada por el acto de homenaje que los que fueron sus compañeros en el grupo de gizaproba Tope Natxiok rindieron a Jon Salegi, Sarobe. En su recuerdo, volvieron a colocarse dentro de la estructura de metal que se utiliza en la giza proba y completaron varias plazas en memoria del que fue su preparador y amigo ante los muchos espectadores que asistieron al homenaje.

El fallecimiento de Sarobe a comienzos del presente año supuso un mazazo para todos cuantos lo conocían, incluidos los hombres y mujeres que se animaron a crear un equipo para tomar parte en competiciones de arrastre de piedra bajo su dirección en el año 2014. En su papel de impulsor y preparador del equipo, Sarobe llevó a Tope Natxiok a tomar parte en distintos campeonatos, logrando muy buenos resultados. Además de competir, Sarobe y Tope Natxiok protagonizaron distintas exhibiciones y estuvieron detrás de un curioso desafío en el año 2016, cuando se comprometieron a arrastrar un viejo Renault 4 desde el casco urbano de Mendaro del alto de Lizarpe en el año 2016. Un equipo formado por ocho hombres y dos mujeres fue el que afrontó los cinco kilómetros de dura ascensión. Tuvieron que esforzarse durante 1:51:01 pero, al final, lograron completar el desafío, ayudado por el apoyo de muchos de sus vecinos, que no quisieron perderse la oportunidad de seguir la prueba en directo y se acercaron a la subida para animarles en la ascensión.

El homenaje dio paso a una degustación de costilla asada por los miembros de Arno Guraso Elkartea. El sabroso olor de la carne se extendió a lo largo y ancho del recinto festivo, animando a los mendaroarras y a los vecinos de otras localidades que habían acudido a Mendaro a disfrutar de la feria de la Concepción a acercarse hasta el puesto y a dar buena cuenta de un ración de costillas. Todo ello se vio amenizado por la música del grupo Lehian, protagonista de una alegre romería que sirvió de preámbulo a un festival con dj´s al que Pius y Esther se encargaron de dar forma.