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Primera corrida de la feria de San Ignacio en Azpeitia: la senda de Diego Urdiales

Primera corrida de la feria de San Ignacio en Azpeitia: la senda de Diego Urdiales

Se presentaba esta edición de la Feria de San Ignacio en Azpeitia con más expectación, si cabe, que las anteriores. La del año pasado fue una de las mejores ferias que haya dado la Comisión taurina en toda su trayectoria. Esto es remarcable porque si algo ha tenido Azpeitia durante todos estos años ha sido calidad a la hora de seleccionar los toros, y los toreros. El objetivo del año 2023 era el de superar al anterior y en eso se ha aplicado la organización. El resultado ha sido la confección de unos carteles muy bien hechos, respetando al toro y a los encastes y logrando que las ‘figuras’ hayan aceptado el desafío.

El de ayer, sin ir más lejos, era todo un cartelón. Dos toreros como Diego Urdiales y Daniel Luque matando, en plaza de tercera categoría, una corrida como la de Ana Romero; no es fácil de conseguir. La corrida empezó con premios. Los del año anterior, que también recogió la mencionada divisa. Además, no hace demasiado el ganadero había sido premiado también con el Premio Paco Apaolaza a la corrida más brava de cuantas se lidiaron en Gipuzkoa.

Lo que saltó ayer a la arena azpeitiarra no tuvo la calidad del año pasado. La primera parte de la corrida, los tres primeros toros, resultaron faltos de fuerza, dieron poco juego en el caballo y hubo que cuidarlos en la muleta. La segunda mitad fue otra cosa. Empezando con el cuarto toro, al que Urdiales cuajó una preciosa faena; la figura compuesta en la parsimonia. Lo más bonito llegó poco antes de montar la espada, cuando el diestro riojano enjaretó un precioso ramillete de naturales, dando el pecho, echando las bambas de la muleta al hocico del animal, trayéndolo enganchado y toreado, aprovechando todo el recorrido del brazo. De uno en uno, muy jaleados. Mató de certera estocada y la puerta grande de Azpeitia se abrió para él. Urdiales es un torero para esta plaza. Su pundonor, su corte, la verdad de su toreo, encajan en la idiosincrasia de Azpeitia. Y necesitaba ese triunfo en esta temporada, con la televisión presente. Ayer, Urdiales estuvo en su camino.

Luque no anduvo a la zaga. Había cortado una oreja al primero de su lote, con el que ofició de enfermero debido a su falta de fuerza. Fue la espada, le quitó un éxito importante en su segundo.