Arrasate y Oñati adaptan sus residencias al nuevo modelo
La primera planta de Iturbide sigue en obras y en San Martín arrancarán en breve
Crear entornos terapéuticos seguros, accesibles, funcionales y hogareños en las residencias para personas mayores es el objetivo del proyecto que la Diputación Foral de Gipuzkoa está desarrollando en el centro Iturbide de Arrasate, y que próximamente también pondrá en marcha en el de San Martín de Oñati.
Las obras en la residencia arrasatearra despegaron después de Semana Santa, concretamente en la primera planta del edificio situado en Garibai Etorbidea, que contará con 18 habitaciones individuales y una doble, una cocina-comedor, dos salas de estar, otros tantos baños de uso común, un almacén y un puesto de control.
Las arcas forales han destinado 889.855 euros (más IVA) a estos trabajos, que han sido adjudicados a la empresa Urdinberri SL-Viuda de Sainz, y que según las previsiones, concluirán en noviembre.
“Toda la planta primera se convertirá en un módulo residencial independiente, que ofrecerá un espacio acogedor para las personas usuarias, profesionales, familiares y visitantes”, explican desde el departamento de Políticas Sociales de la Diputación.
Algunos de las y los residentes han tenido que mudarse a otros centros mientras se acometen las obras, así que no es de extrañar que estén “deseando” que la actuación finalice para regresar a Iturbide.
Nuevos apartamentos
Con la misma filosofía se va a intervenir en la residencia San Martín de Oñati. En este caso, tal y como avanzan desde el ente foral, en una zona de la segunda planta se construirán “nuevos apartamentos, manteniendo la ubicación de las habitaciones existentes pero haciéndolas más grandes”. Seis de ellos serán de uso individual y un séptimo compartido, y estarán equipados con baño privado y una pequeña cocina. Además, en los servicios comunes se acondicionará un espacio único abierto con divisiones parciales, que alojarán la cocina, el comedor, la sala de estar, un espacio exterior cubierto, un baño, un almacén y el correspondiente puesto de control.
Las obras se espera que arranquen “en pocas semanas”, con un plazo de ejecución de siete meses y un desembolso económico estimado en 804.600 euros (sin IVA).
En proceso de transformación
Diecinueve centros de la red residencial del territorio son objeto de la transformación que la Diputación está llevando a cabo para dar el salto al nuevo modelo, que busca “brindar una atención cada vez más personalizada, basada en la innovación, estrechando las relaciones con la comunidad y fomentando la participación”, recalcan desde el departamento de Políticas Sociales.
La estrategia bautizada como Libro Verde marca las claves de esta transición hacia un modus operandi que, más allá de la adaptación de los edificios a las nuevas necesidades, pone el foco en aspectos como la calidad y la participación en los cuidados, la formación del personal, y la organización de equipos y tareas, entre otros.
En los próximos años se quiere extender esta fórmula a una treintena de residencias guipuzcoanas, con una inversión de 34 millones de euros contemplada en los ejercicios de 2022 y 2023. Y aunque es “un cometido que hay que afrontar poco a poco”, desde el ente foral insisten en que “Gipuzkoa está en plena transformación”.