Azkoitia se prepara para vibrar con la tamborrada infantil

El sonido de decenas de tambores inundará las calles de Azkoitia mañana a partir de las 17.30. Los responsables serán los 240 niños y niñas que participarán en la tamborrada organizada por Tata Elkartea, que vuelve fiel a su cita con el pueblo azkoitiarra, tal y como hizo el año pasado tras los dos años de parón por la Covid 19.

El desarrollo de la celebración estará condicionado por la climatología (los pronósticos anuncian lluvia para la tarde) pero, salvo cambios de última hora, los organizadores tratarán de que se desarrolle según el plan previsto. Los componentes de la marcha están citados en el frontón Gurea a las 17.00 para dar inicio a la marcha a las 17.30 camino de la Herriko Plaza y la plaza Balda, donde harán un alto para retomar el camino de vuelta al punto de partida. Como es tradicional, durante el recorrido se harán sendas paradas en la Herriko Plaza y en la plaza Balda, donde se escucharán algunas de las piezas clásicas de esta celebración interpretadas por la Banda de Música de Azkoitia (Marcha de Azkoitia, Xoxote, Marcha de San Sebastián, Marcha de Deba, Umore Ona, Diana, Hau dek hau,…).

Tradición

Los orígenes de la tamborrada infantil se remontan a 1965, año en el que se conmemoraba el 25 aniversario de la sociedad Umore Ona. Para conmemorar como se merecía tal efemérides, sus socios decidieron organizar una tamborrada coincidiendo con el Domingo de Resurrección. Esa costumbre se mantuvo inalterada durante más de cuatro décadas, para deleite de niños y mayores. Sin embargo, el devenir de los años dio lugar a cambios en la forma de disfrutar de las vacaciones de Semana Santa que hicieron que cada vez hubiera más dificultades para contar con niños en la marcha, ya que eran muchos los que estaban fuera de la localidad en esas fechas. Conscientes de esta situación, los miembros de la sociedad Umore Ona decidieron afrontar el reto y el año 2011 acordaron trasladar la celebración al domingo siguiente al Domingo de Resurrección. La decisión fue un acierto ya que posibilitó que la tamborrada recuperara el brillo que había ido perdiendo los últimos años.