La marquesina de 56 m2, con área de espera, baño y un parking de bicicletas cubierto incorporado, que trasformará en una moderna y funcional plataforma la parada de autobuses de San Prudencio, ya tiene vía libre. El último fleco que quedaba pendiente para dar el pistoletazo de salida definitivo al proyecto se cerró ayer con la firma del convenio, que permite mejorar las infraestructuras de este espacio compartido por las personas usuarias del transporte público, y los numerosos paseantes y ciclistas que recalan en esta zona de paso y descanso que enlaza las localidades de Oñati, Bergara y Arrasate. Las obras de la nueva estación se prevén iniciar “a finales de junio” y su plazo de ejecución será de tres meses.

Se trata, por tanto, de un acuerdo a cuatro bandas que remozará el nodo intermodal de San Prudencio-Elorregi, un punto estratégico del servicio interurbano de Lurraldebus en Debagoiena. El presupuesto de la nueva parada asciende a 225.896 euros, que asumirán las arcas forales en un 60% (133.223 euros), y el 40% restante se dividirá entre los tres ayuntamientos involucrados (92.673 euros).

Al tratarse de un ámbito vinculado a los tres citados municipios y a la propia Diputación, la actuación que va a acometerse ha requerido de la colaboración interinstitucional, que ha alargado el proceso “más de lo deseado”, reconoció ayer la alcaldesa oñatiarra, Izaro Elorza, que firmó el convenio junto con su homóloga de Arrasate, María Ubarretxena, el primer edil de Bergara, Gorka Artola, y la diputada de Movilidad y Ordenación del Territorio, Rafaela Romero.

El Gobierno municipal de Oñati ha asumido, de este modo, “el liderazgo” de activar y diseñar el proyecto. De hecho, es el Ayuntamiento de esta localidad el que sacará a licitación las obras (la convocatoria se realizará a finales de este mes), y el que también ha ejercido de interlocutor entre el ente foral y el resto de consistorios.

Por su parte, Ubarretxena destacó que se va a dar respuesta “a uno de los proyectos más demandados en los presupuestos participativos de Arrasate”. “El aseo público y demás servicios mejorarán y harán más seguro el uso y disfrute de este entorno”, consideró la regidora arrasatearra.

Desde la villa mahonera, su alcalde señaló que aunque el área de intervención se encuentra “fuera de los terrenos que pertenecen a Bergara, como institución pública nos corresponde garantizar los mejores servicios a la ciudadanía”. Artola se refirió, asimismo, a que la acción conjunta entre instituciones “no siempre es fácil y ha tenido sus nudos”, pero se mostró convencido de que el proyecto que por fin ve la luz no va a ser “el último que se va a llevar a cabo de forma colaborativa en Elorregi; espero que sea el primer paso para avanzar en la naturaleza del espacio y en las necesidades conocidas por todos”.

Por último, la diputada Rafaela Romero mostró su agradecimiento a las partes implicadas por el “consenso y por hacer de la política una herramienta al servicio al ciudadano”.

aseo químico

La instalación del baño es una vieja reivindicación en San Prudencio. Su adecuación ha sido uno de los retos principales, dadas las dificultades para el abastecimiento de agua en la zona, cuyas posibles soluciones encarecían enormemente la inversión. Por ello se habilitará un aseo químico provisional, que dejará la infraestructura preparada para un futuro servicio de WC autolimpiable.

El baño ha sido, por tanto, el punto de partida de una mejora muy necesaria. La nueva marquesina se dispondrá sobre una plataforma que albergará un aparcamiento para bicis, ocho focos de luz que dotarán al entorno de mayor seguridad, y una pantalla informativa con los horarios y la situación de los autobuses. La accesibilidad peatonal se conseguirá con una acera de un mínimo de dos metros de ancho.