Tras analizar durante una semana los puntos de los contenedores marrones destinados a la materia orgánica, la Mancomunidad de Debabarrena ha identificado 62 zonas críticas y 3.295 bolsas con residuos impropios. El chequeo realizado en las localidades de Eibar, Deba, Ermua, Mutriku, Elgoibar y Soraluze tiene como objetivo poner freno al uso inadecuado de los contenedores de color marrón, concienciando a la ciudadanía sobre las consecuencias de esta práctica errónea.

Por municipios, según detalla la entidad comarcal, en Eibar se han detectado 21 puntos negros; 15 en Elgoibar; nueve en Ermua; en Mutriku y Deba seis en cada uno, y en Soraluze cinco (han recibido esta calificación aquellos puntos en los que han aparecido residuos inorgánicos en más de 20 bolsas en una semana; 15 en el caso de Soraluze).

La Mancomunidad recuerda que la ordenanza en vigor tipifica el vertido indebido como una infracción leve que puede llegar a ser sancionada con hasta 600 euros. Así, las bolsas erróneamente depositadas serán analizadas y si se identifica al ciudadano o ciudadana que ha cometido la infracción se “podrá abrir un expediente sancionador”.

El ente mancomunado asegura que “nunca” ha sido su intención aplicar medidas sancionadoras, pero aboga por fomentar la recogida selectiva y “poner en valor el trabajo de aquellas personas que sí separan los residuos correctamente”.

Gran impacto

El Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (CRG) establece que la cantidad de impropios no puede superar el 5%; un porcentaje que se ha rebasado en el último año en Debabarrena. Por ello, CRG estudia sustituir en la comarca los camiones que transportan la materia orgánica por otros de fracción rechazo, debido a que estas prácticas indebidas dificultan destinar los desechos orgánicos a compost.

La entidad comarcal advierte del daño medioambiental que supondría llevar los biorresiduos a la incineradora, y también insiste en que la Mancomunidad pasaría de pagar 143 euros por tonelada de residuos recogida a 186 euros.