El Pleno de Errenteria aprobó este martes solo con el apoyo del equipo de gobierno los presupuestos de 2023, el de mayor cuantía de hace muchos años, de 63 millones de euros, cinco millones más que el presente año. Tanto el PSE-EE como el PNV votaron en contra porque a su juicio no se da respuesta a las necesidades de la ciudadanía.

Según destacó la edil de Hacienda, Garazi López de Etxezarreta (EH Bildu), debido a este importante aumento, a pesar de la situación de incertidumbre y del encarecimiento de los costes, la villa incrementará el capítulo de inversiones en un 28%, con el fin de completar los proyectos estratégicos recogidos en su Plan de Legislatura 2019-2023.

En cuanto a las inversiones, se da cabida a los proyectos plurianuales: polo de industrias creativas Agustinak Poloa, garajes de Pontika, ascensor de Gaztaño, reurbanización de la calle Beraun e intervención en el paseo Gabierrota y a otras como la reforma del edificio del Matadero.

A todo ello, la portavoz de Elkarrekin Podemos, Maite Gartzia, añadió que varios estudios independientes colocan a Errenteria a la cabeza de los municipios que más invierten en Servicios Sociales.

El principal grupo de la oposición, el PSE-EE, de mano de su portavoz, Isaac Palencia, en su primera intervención adelantó que iba a votar en contra de los presupuestos y pasó a explicar los tres principales motivos de su enmienda a la totalidad. En primer lugar criticaron la falta de ambición de la alcaldesa: “Es notoria la falta de ambición y proyectos en materias realmente necesarias para el municipio como los problemas de aparcamiento, políticas de desarrollo económico, políticas sociales o de rehabilitación de edificios”. Asimismo denunciaron el incumplimiento de sus promesas y que su “flagrante mala gestión” provoca que los proyectos estratégicos dependan de las ayudas que conceden los socialistas desde otras instituciones.

Por último, Elixabete Murua, la portavoz del PNV explicó los motivos que llevaron a su grupo a presentar otra enmienda a la totalidad: “De manera general hemos detectado deficiencias, no son nuestros presupuestos, no responden a las necesidades de la ciudadanía, no nos parecen adecuados y nuestras propuestas no han recibido por parte de los grupos que apoyan al Gobierno municipal la respuesta que esperábamos y la que nuestro pueblo necesitaba”. Los jeltzales propusieron trece enmiendas parciales por un valor de un millón de euros, pero el equipo de gobierno solo aceptó tres por un valor de 450.000 euros: la redacción de un proyecto de apartamentos tutelados para mayores, la adecuación y renovación del campo de fútbol y del campo de caucho de Fanderia y una prueba piloto para garantizar la accesibilidad de los contenedores de residuos.

Para terminar, la alcaldesa, Aizpea Otaegi, quiso poner de relieve el compromiso y ambición que tiene su Gobierno y que “vienen recogidos en el Plan de Mandato que se presentó a la ciudadanía y a los agentes de manera transparente en diciembre de 2019”.