Azpeitia se ha convertido en el primer municipio de Euskadi que instala paneles con pictogramas en sus edificios municipales para facilitar la comunicación y mejorar la comprensibilidad de las personas que padecen algún tipo de diversidad funcional.

La iniciativa, materializada por el Ayuntamiento a petición de la asociación Marea Urdina, que trabaja por la inclusión de las personas con trastorno del espectro autista y otros tipos de diversidad funcional en la valle del Urola, ha arrancado con la instalación de seis paneles con pictogramas en cinco edificios y espacios públicos.

El palacio Basazabal, el Consistorio, las piscinas, Emakumeen Txokoa y el parque cubierto que hay junto a ese último equipamiento (ahí se han colocado dos paneles) han sido los primeros escenarios elegidos para llevar a cabo la iniciativa que, en cualquier caso, “tendrá continuidad”, según avanzó durante la presentación realizada este miércoles el edil Mikel Odriozola.

Según sus palabras, “hemos dado un pequeño paso para hacer de Azpeitia un municipio inclusivo pero seguiremos avanzando en ese objetivo. Para ello, a partir de ahora trabajaremos para promover la instalación de paneles con pictogramas en edificios que no son municipales y en los establecimientos comerciales y hosteleros del pueblo”.

En representación de Marea Urdina, Louise Florindo, Aritz Orbegozo e Inés Mateos agradecieron la implicación del Ayuntamiento a favor de una comunicación inclusiva.

Y es que, según contó Louise Florindo, “buena parte de los niños y jóvenes que tienen autismo no pueden comunicarse con palabras pero sí pueden hacerlo mediante señales”. Por ello, acciones como la materializada en Azpeitia “son de una gran importancia”.

En este sentido, los representantes de Marea Urdina explicaron que fue el Gobierno de Aragón el que impulsó el proyecto de los pictogramas: “Al ver que no había nada hecho promovió la creación de un patrón con imágenes que ya se usan a nivel universal”. De hecho, “en todo el Estado español se utilizan los mismos pictogramas para que las personas con diversidad funcional puedan identificarlos en cualquier sitio”. Aún así, “existe la posibilidad de modificarlos para adaptarlos a las particularidades del lugar que los acogerá, tal y como se ha hecho con algunos de los símbolos instalados en Azpeitia”.