Con sigilo, pero sin pausa, los insectos xilófagos están haciendo de las suyas en la parroquia de San Miguel Arcángel de Oñati. El templo va a poner freno a la invasión con un ataque frontal a estos enemigos invisibles que tanto daño causan en el maderamen. La actuación arrancará el próximo lunes, día 17, obligando a cerrar la parroquia al culto durante un mes. Mientras tanto, los oficios religiosos se trasladarán a la iglesia de los Agustinos.

La intervención que se va a acometer en esta joya artístico-monumental oñatiarra tiene su punto de partida en el chequeo que la Dirección de Patrimonio Cultural de la Diputación realizó hace unos meses a los retablos de las iglesias guipuzcoanas. El estudio constató que tanto el retablo mayor como el resto de la parroquia de San Miguel están afectados por estos organismos que se alimentan de la madera, aunque en un grado inferior que otros elementos del templo como el suelo y el mobiliario.

“Se va a actuar en dos fases. En esta primera, la más urgente, se controlarán las partes más dañadas: el suelo, en un ambiente propicio de humedad y oscuridad, que tampoco mejora con la calefacción; los bancos; confesionarios; la cancela (la estructura de pórtico de madera) que da hacia la universidad, y la sillería del coro”, detalla el párroco Horacio Argarate.

Atajar la actividad destructora del maderamen que provoca la expansión silenciosa de estos indeseados inquilinos es el objetivo del tratamiento que recibirán los elementos y piezas más atacadas. También se colocarán medidores para el control de las plagas de carcoma, polillas y otros insectos detectados, que permitirán saber si estas “van avanzando o se detienen” y, en consecuencia, marcarán la premura de la ejecución de la segunda fase, la correspondiente a los retablos, aún sin fecha.

“El estado de los retablos, los tres frontales y otros pequeños, es tirando a bueno, con afecciones no estructurales, pero los bichos están trabajando”, advierte Argarate. El órgano, con algunas partes muy deterioradas, pospone su intervención a una restauración integral del instrumento.

Esta primera actuación tiene un coste de unos 15.000 euros, que adelantará la parroquia oñatiarra, a la espera de recibir la ayuda que llegará desde la Diputación a través del reparto que el Obispado efectuará entre las iglesias que participan en esta batalla contra los xilófagos.

El mismo horario

Hasta el 18 de noviembre las misas se oficiarán en la iglesia de los Agustinos, en el horario habitual –de lunes a sábado a las 19.00 horas, y el domingo y festivos, a las 12.00–, así como los funerales. Esta ubicación temporal no reúne las condiciones para acceder en sillas de ruedas o portar los féretros a hombros. “Vamos a tener algunas limitaciones. Pedimos disculpas por las molestias que van a causarse; estamos viendo cómo minimizarlas. Es cuestión de un mes, así que esperamos que se entienda”, sentencia Argarate.