Tras dos años de pandemia, la gente está con ganas de fiesta. Y si encima les ofreces unas fiestas de categoría, el éxito está asegurado. Es lo que ha sucedido este pasado fin de semana en Urretxu y Zumarraga, con motivo de las fiestas de las estaciones. Los jóvenes que conforman la comisión de Fiestas han organizado un programa de lo más completo y los vecinos han respondido abarrotando las calles.

El viernes hubo guerra de globos, cabezudos, trikipoteo, campeonato de parchís, bertso-afaria, noche de rap, elektrotxaranga y juegos locos. El sábado hubo campeonato de toca, olimpiada, hinchables, concierto de la banda, degustación de paella, comida popular, torneo de mus, bingo, elektrotxaranga y concierto de rock. Las fiestas finalizaron el domingo, con los txistularis, los hinchables, el concurso de tortilla de patata y la actuación de la rondalla Alaitasuna.

El ambiente ha sido magnífico. En este barrio (el único que comparten Zumarraga y Urretxu) antaño había tres estaciones y en la actualidad solo existe una. Es la que utilizan muchos guipuzcoanos de la zona para ir a sanfermines. Algunos, viendo el ambiente, igual renunciaron a los sanfermines y decidieron quedarse en fiestas de las estaciones. Empieza uno tomando un zurito mientras espera al tren... y se acaba liando.

Además, en el barrio de las estaciones también hubo encierro. Eso sí, con un burro en vez de con toros. No en vano, el burro es el símbolo de estas fiestas. Hasta hace unos años el acto más popular era la carrera de burros, pero se dejó de organizar, por razones obvias. Los organizadores han recuperado la figura de este animal, con el encierro del domingo por la mañana. Aritz Irigoien, urretxuarra que se ha hecho famoso por su participación en el El Conquistador del Caribe, embistió con el burro a todo el que se le puso delante. No hay nada como la imaginación y el buen humor para pasarlo en grande y los jóvenes de la comisión de Fiestas andan sobrados de ello, para alegría de los vecinos de Urretxu y Zumarraga.