La empresa BPXsport, que se hizo con las riendas del servicio de socorrismo de las playas donostiarras en 2019, tras cesar la Cruz Roja, deberá admitir o indemnizar a los cuatro socorristas que no fueron contratados, a diferencia de todos los demás, según varias sentencias judiciales de las que informó el sindicato ELA. En las playas donostiarras trabajan cada verano medio centenar de especialistas en vigilancia y salvamento.

Los cuatro socorristas, de los más veteranos del colectivo, se manifestaron con pancartas en las playas a lo largo de toda la pasada temporada estival. El Ayuntamiento, por su parte, defendió en su momento que los pliegos de condiciones del concurso no obligaban a la subrogación de toda la plantilla, como reclamaba el sindicato ELA, porque no era legalmente posible. Sin embargo, según ELA, las sentencias dictadas dicen lo contrario y obligan a que cualquier nueva contratación en este campo absorba toda la plantilla de la empresa anterior.

El fallo judicial considera que los socorristas son trabajadores fijos discontinuos, por lo que exige su contratación o pago económico en compensación por el despido, que considera improcedente. “Sin tener reconocida la fijeza y sin derecho a ser subrogados, los socorristas corren el peligro de perder su puesto de trabajo cada temporada, de la misma manera que el servicio de socorrismo de las playas de Donostia corre el peligro de perder a veteranos del servicio, siendo los mismos la mayor garantía para su buen funcionamiento, más allá de la empresa adjudicataria”, dice ELA.

Asimismo, añade que, por primera vez, se admite el Convenio Estatal de Instalaciones Deportivas y Gimnasios como el de aplicación para el servicio de vigilancia de playas, lo que implica la absorción de los trabajadores cuando una nueva empresa se hace cargo de la gestión.

Por ello, el sindicato ELA solicita al Ayuntamiento de Donostia que incluya antes de la nueva temporada en los pliegos de condiciones del concurso la subrogación de los trabajadores del servicio de vigilancia de playas como “única manera de garantizar el derecho de los socorristas a mantener sus puestos de trabajo, así como el óptimo funcionamiento del servicio”.