pesar de la incertidumbre creada por la pandemia, Donostia cuenta con un nuevo hotel muy especial. El Bidaia Hotel Boutique abrió sus puertas a finales de septiembre, dando así vida a una antigua escuela infantil que llevaba en desuso más de tres décadas. "La respuesta desde un principio ha sido muy positiva. Hemos tenido sobre todo clientes nacionales y europeos", destaca el director del hotel Marco Valoria. Ubicado en Ategorrieta hiribidea 14, a apenas 10 minutos a pie de la playa de la Zurriola, el nuevo hotel del barrio de Gros cuenta también con un bar-restaurante.

Villa Eugenia es historia viva de Donostia. Construido en 1912, el edificio fue diseñado por el arquitecto Lucas Alday, miembro de una familia encargada de esbozar algunas de las construcciones y símbolos más emblemáticos de la ciudad costera, como la barandilla de la bahía de La Concha.

La villa, propiedad de la pareja Jesús Valoria y María García, funcionó como escuela infantil hasta hace 35 años. Ahora la familia ha decidido darle un uso distinto y convertirla en un hotel boutique. "Somos una familia a la que nos gusta viajar y siempre nos han tratado bien allá donde hemos estado. Tratar de la mejor manera a los que visitan nuestra ciudad es algo que nos hace sentir bien", afirma el director del hotel.

A la hora de reconstruir la villa, los propietarios han tratado de no perder la esencia histórica del edificio y han decidido mantener todos los materiales originales, incluidas algunas reliquias de la época como los radiadores de hierro fundido. Actualmente, el Bidaia Hotel Boutique está compuesto por 17 habitaciones únicas y diferentes entre sí que mantienen la piedra y la madera de la antigua escuela infantil.

Las estancias destacan por su amplitud y luminosidad, y algunas de ellas cuentan con terraza e incluso con vistas al monte Ulia, un aspecto muy valorado por los clientes.

Además, el hotel dispone de un parking interior y una amplia terraza donde tomar o comer algo al aire libre.

Más allá de recibir huéspedes, el Bidaia Hotel Boutique cuenta con un servicio de cafetería y restaurante abierto a todo el mundo. "Muchos vecinos de Ategorrieta, Ulia y alrededores ya se han acercado. La terraza es muy amplia y vienen clientes con sus mascotas también", asegura Marco Valoria. Además de bebidas, la cafetería dispone de diferentes pintxos y raciones entre los que destaca la tortilla de patata, que "está triunfando últimamente" en palabras del director.

La cocina, dirigida por el chef Fran Espejo, está basada en productos locales y de temporada que siguen una línea de gastronomía saludable. Abierto desde el desayuno hasta la cena, el hotel del barrio de Gros cuenta con un menú diario para comer y una carta de raciones para la tarde-noche "dinámica" y que va cambiando cada dos semanas. "Lo que más está gustando es el pulpo, la carrillera o las ensaladas. Ahora hemos estrenado un postre con tarta de chocolate y crema que está espectacular", asegura Valoria.

El alojamiento dispone de 17 habitaciones diferentes entre sí con acceso a terraza y con vistas al monte Ulia

Cuenta con un bar-restaurante dirigido por el chef Fran Espejo y basado en productos locales y de temporada