donostia - El parque de Aiete contará este mismo año con una escultura que quiere homenajear a los más de veinte donostiarras que se sabe que fueron deportados a los campos de exterminio nazi, así como a todas las víctimas del holocausto. Una obra de hormigón que con el tiempo quedará recubierta de hiedra es el elemento central de la escultura.

La idea del artista vizcaino José Iñigo Piñera Elorriaga, que se inspira en algunos búnkeres reales, ha sido la seleccionada entre las 16 propuesta que se han presentado al concurso convocado por el Ayuntamiento donostiarra. Los artistas que han presentado sus ideas han sido tanto vascos como de distintos puntos del Estado, como Burgos, Pontevedra o Tenerife.

La propuesta ganadora, por la que el escultor recibirá un premio de 6.000 euros, consiste en un cubo de hormigón con aperturas. Tendrá 2,48 metros de altura y una planta de 2,80 por 2,80. A su interior se podrá acceder y desde este punto se podrá contemplar el árbol de Ana Frank, que acoge el parque de Aiete desde 2011, cuando el centro cultural acogió una exposición sobre la joven víctima de los nazis. El árbol es un castaño procedente del ejemplar que veía desde su ventana la autora de El Diario de Ana Frank cuando estuvo escondida en Ámsterdam entre 1942 y 1944.

La propuesta artística es una instalación que pretende convertirse en un "espacio intemporal donde resuenen los ecos de los homenajeados y provoque la reflexión a su paso", según señala José Iñigo Piñera en su descripción de la obra. Asimismo, añade que la imagen exterior aparece como "hosca y dura" y que la semejanza exterior con un búnker "no es casualidad", ya que pretende visibilizar "lo terrible de la guerra". Sin embargo, según añade, el aspecto exterior de la obra se irá transformando con el tiempo con las plantas trepadoras que subirán por las paredes exteriores del módulo como "heridas que van cicatrizando". El autor considera que mediante "la sencillez, claridad, armonía y rigor estético" se puede educar y " no olvidar para no repetir".

Una vez seleccionada la propuesta del artista para dar forma a la obra de homenaje, el Consistorio encargará la ejecución de la pieza y espera que en pocos meses sea una realidad. El coste material de la escultura rondará los 10.400 euros, según el presupuesto presentado.

Por el momento, se han contabilizado 22 donostiarras que estuvieron en los campos de Mathaussen, Buchenwald, Dachau y Neuengamme. Formaban parte de los aproximadamente 150 vascos que, entre 1940 y 1945, muchos de ellos huyendo de la Guerra Civil española, se habían exiliado en Francia y fueron capturados por las tropas alemanas, que los llevaron a campos de exterminio. Los nombres de todos ellos quedarán grabados en el interior de una de la paredes de la propuesta escultórica.

La obra escultórica ahora encargada fue anunciada en diciembre de 2018 por el alcalde, Eneko Goia, cuando se colocó la instalación artística Eskubideen Gunea, compuesta por una treintena de paneles metálicos blancos, según el proyecto de proyecto de Iker Ordoño y Arantxa Satrustegi.