Donostia - La entrada de embarcaciones al puerto de Donostia se estrechará y el paso de personas a los muelles Norte y Sur quedará cerrado desde esta semana con motivo de la ejecución de las obras de rehabilitación del dique Norte (en el que se ubica la Cruz Roja) para garantizar la seguridad de la zona portuaria. La obra, impulsada por el Gobierno Vasco, durará seis meses, y consistirá en estabilizar la estructura de esta parte de la bocana del puerto, muy afectada en sus fondos por la erosión y el embate del mar. El coste de la obra es de 1,6 millones de euros.

La actuación que comienza ahora es la continuación de la llevada a cabo a principio de año en el muelle Sur. Entonces, la aparición de una gran grieta en el pavimento dejó en evidencia la situación de deterioro del fondo del dique hasta el punto de que el cuerpo del morro se había desplazado hacia la bocana.

Tras comprobar la situación de riesgo, el departamento de Puertos encargó los trabajos por el procedimiento de urgencia y se llevó a cabo la primera parte del proyecto, que consiste en instalar un total de 73 pilotes de hormigón armado junto a ambos morros, con el fin de reconstruir las zonas dañadas y asegurar los extremos de los diques.

Durante la ejecución de los trabajos que ahora comienzan no se cerrará la bocana del puerto, aunque las embarcaciones tendrán que entrar y salir por un pasillo más estrecho convenientemente balizado. El estrechamiento quedará marcado por boyas, que serán luminosas por las noches.

pilotes La solución adoptada para el dique Norte evitará que se reproduzca la erosión a sus pies y en la propia bocana, según explicó ayer el Gobierno Vasco. La obra consiste en la colocación de 38 pilotes frente al morro Norte (el resto ya se instalaron en la punta Sur), así como la ejecución de una viga de atado, el dragado de la zona y el vertido de bloques de protección.

El cierre al paso de personas en el muelle Norte comenzará junto a la base de la Cruz Roja aunque quienes sean usuarios de los sotos de Kaiarriba tendrán permisos especiales de acceso, excepto en determinados momentos en los que sea necesario llevar maquinaria. Durante las obras, además, el muelle Sur servirá para acoger instalaciones auxiliares, como materiales de construcción, maquinarias y casetas de obra, por lo que su acceso quedará cerrado al público.

La ejecución de esta segunda fase de estabilización de la entrada al puerto pretende garantizar la estabilidad global de las estructuras que forman la bocana. La solución elegida pretende también proteger el lecho marino en este lugar.

La unión de empresas Amenabar-Abando Cimentaciones es la encargada de ejecutar la tarea, que finalizará, según las previsiones, antes del próximo verano.