donostia - Las obras de la segunda fase del proyecto conocido como bulevarización de Añorga se reducen con respecto al planteamiento inicial y se centrarán, principalmente, en la reforma de la rotonda de Errekalde. La intervención en la calzada que une esta glorieta y la de Karmengo Ama, en cambio, será bastante menor. El Ayuntamiento de Donostia ha sacado ya a concurso la ejecución de estos trabajos por 550.000 euros y las obras se prolongarán durante tres meses.

La primera fase de la bulevarización, que buscaba la integración urbana de la antigua N-I (con mucho menos tráfico en los últimos años tras la apertura de nuevas infraestructuras viarias), se completó en verano de 2016 y abarcó el tramo desde Añorga Txiki hasta la rotonda de Karmengo Ama. En esa zona, se ampliaron las aceras y se crearon un bidegorri y zonas ajardinadas, permitiendo la conexión peatonal y ciclista entre las distintas áreas del barrio. Se acondicionó, además, el acceso a la zona de la iglesia y el campo de fútbol.

Completada esa primera fase, a la hora de emprender la segunda, el Gobierno municipal decidió revisar el proyecto existente, de 2013. El concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, justificó en su momento que la actuación de la primera fase se correspondía con una zona de viviendas mucho más concurrida y con necesidad de ser conectada, pero que la segunda era más una zona de paseo, por lo que plantearon reducir los 1,5 millones previstos inicialmente y “no realizar la fase completa en primera instancia”.

El proyecto que finalmente han sacado a concurso se centra, de este modo, en la actuación en la glorieta de Errekalde, que será reconstruida y desplazada unos metros hacia el este. El objetivo es dejar espacio suficiente para la zona de coexistencia peatón-ciclista de la red foral de bidegorris que discurre junto al tren y que, en la actualidad, se interrumpe en la glorieta por falta de espacio.

A unos 75 metros de la salida de esta rotonda en dirección a la de Karmengo Ama y Añorga Txiki, se habilitará un paso de peatones con semáforo (con botón), lo que permitirá cruzar la calzada y conectar las zonas peatonales y ciclistas de ambos lados. También se creará en este punto una parada de autobús y habrá zonas ajardinadas en esos primeros metros.

calzada La intervención en el resto de la calzada, sin embargo, “es mucho más liviana”, según se afirma en el propio proyecto, que añade, sin embargo, que permitirá lograr el objetivo de reducir la velocidad e intensidad del tráfico (con un solo carril de circulación en cada sentido) y dar continuidad al itinerario ciclista y peatonal desde Añorga Txiki hasta el entorno de Errekalde.

Para lograrlo, en lugar de la acera y bidegorri creados en el primer tramo, se opta por mantener la barrera de hormigón prefabricada que existe en la actualidad en la propia carretera para separar el espacio reservado a peatones y ciclistas, a la misma cota que la carretera. Esa barrera de hormigón se desplazará ligeramente hacia la calzada para dar más espacio a bicis y paseantes y reducir el ancho del carril para los vehículos a motor, con intención de obligarles a moderar la velocidad.

También se remodelará la actual mediana, se retirará la bionda y se hormigonará, lo que generará una mayor sensación de estrechamiento, según el proyecto, lo que contribuirá, asimismo, a reducir la velocidad del tráfico.

conexión El proyecto prevé, también, pequeñas actuaciones en la zona en la que enlazará con la rotonda de Karmengo Ama, que fue reformada en la primera fase. Concretamente, se mejorará la entrada en la glorieta y el acceso al baserri Unanue Berri ubicado junto a ella.