Donostia - Los promotores del proyecto residencial de Basozabal han presentado un recurso contra el Ayuntamiento de Donostia porque no ha aprobado de modo definitivo el plan parcial que les permitiría crear 118 viviendas de baja densidad en los terrenos del golf, una propuesta que está incluida en el Plan General desde 2010. Según fuentes municipales, varios departamentos institucionales han emitido informes negativos sobre el proyecto, por lo que el Consistorio no ha proseguido la tramitación del plan especial, a pesar de que el Ejecutivo local está de acuerdo con su ejecución. Hasta no resolver los inconvenientes apuntados en los informes, según las mismas fuentes, los trámites no pueden avanzar, algo contra lo que han presentado un recurso los promotores.

El terreno verde sobre el que se construirían las 118 viviendas previstas tiene 37.297 metros cuadrados y se sitúa en la ladera de Miramon que mira a la autovía del Urumea, junto al camino de Goiaz Txiki. Los edificios, en cuatro parcelas, tendrían una altura de once metros y una superficie media de 85 metros cuadrados. Las arcas municipales ingresarían cerca de cuatro millones de euros por permitir la nueva urbanización.

El proyecto ronda desde hace más de quince años en los despachos del Ayuntamiento aunque ha sufrido distintos vaivenes y quedó paralizado en la legislatura pasada dirigida por Juan Karlos Izagirre (Bildu), cuando el Gobierno municipal se mostró contrario a permitir este desarrollo residencial. Sin embargo, en el actual mandato, la iniciativa volvió a resurgir y, a finales de 2017, el Gobierno municipal PNV-PSE dio su visto bueno inicial al plan parcial para llevar a cabo el proyecto, una decisión que fue criticada por formaciones como Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo Berdeak, que reclamaron rechazar el proyecto por considerarlo no sostenible.

nueve hoyos El plan propuesto no solo prevé construir viviendas de lujo sino, también, otros nueve hoyos para el campo de golf, una iniciativa que lleva años en proyecto y que necesita la financiación que conseguirían los promotores con las ganancias del proyecto residencial.

Tras la aprobación inicial del plan especial, a finales de 2017, las formaciones Podemos, Ezker Anitza-IU y Equo Berdeak ofrecieron una comunicación conjunta para anunciar alegaciones al plan. EH Bildu también mostró su oposición y recordó que, bajo su mandato, se retiraron de los presupuestos los cuatro millones de ingresos económicos derivados de la propuesta urbanística.

Los opositores al plan recordaron que la iniciativa había sido rechazada por la Diputación, por la viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno Vasco y por el Tribunal Superior de Justicia en el País Vasco en 2008, en contra de la opinión del Ayuntamiento. No obstante, la iniciativa para Basozabal fue incluida más tarde el Plan General de 2010 con algunos cambios y el apoyo de la Comisión de Ordenación del Territorio del Gobierno Vasco, que en esta nueva ocasión avaló la propuesta.

La alegación de los grupos contrarios al proyecto aseguraba que utilizar zonas verdes para crear nuevos espacios residenciales va en contra del modelo de ciudad compacta, que es el que apoyan actualmente las administraciones públicas que, en sus distintos documentos, abogan por no artificializar más suelo y, en todo caso, aprovechar las zonas ya urbanizadas para crear más vivienda.

Otra de las críticas de los contrarios a la urbanización de Basozabal es que la urbanización consumiría mucho suelo para pocas viviendas y que crearía una isla residencial rodeada de zonas verdes, sin acceso peatonal y de transporte público.