donostia - El Ayuntamiento de Donostia aprobó ayer adjudicar la última de las parcelas de su propiedad en Atotxa Erreka, con lo que da carpetazo a una larga historia de más de una década de intentos de venta de este antiguo entorno rural situado entre Añorga, Aritzeta y Zuatzu, que acogerá viviendas de alta gama.
El alcalde, Eneko Goia, mostró su satisfacción por el hecho de que el Ayuntamiento haya podido vender, por fin, las 16 parcelas de su propiedad en una zona destinada a acoger una mayoría de viviendas unifamiliares, en un proceso que se abrió el pasado mes de julio, tras una última intentona.
Con la venta de la última de las 16 parcelas, las arcas municipales se embolsarán 14,3 millones de euros, 5,3 millones de euros más de los inicialmente previstos, que servirán, en parte, para compensar las fuertes cantidades ya invertidas en la zona para construir las carreteras, aceras y resto de urbanización.
La adjudicación de las quince parcelas anteriores se produjo el pasado mes de enero, pero quedaba aún una pendiente. Quienes tenían derecho preferente para adquirirla renunciaron a ella por lo que el Consistorio aprobó ayer venderla a quien había presentado una oferta para hacerse con ella.
Para los 16 solares edificables, el Consistorio tenía un total de 45 ofertas. En total, en la zona se podrán construir un máximo de 94 viviendas que oscilarán de entre los 115 y 125 metros cuadrados .
La colina de Atotxa Erreka, cuenta actualmente con unos 150 vecinos en medio centenar de viviendas que se han ido construyendo poco a poco en los últimos tiempos. Cerca de un centenar más se construirán en las parcelas ahora vendidas, que suman unos 30.000 metros cuadrados de superficie.
autobús Recientemente, un grupo de vecinos de Atotxa Erreka remitió al Consistorio una petición para que los autobuses lleguen también al nuevo barrio en formación. Sin embargo, el área de Movilidad respondió que, por el momento, no prevé ampliar el transporte público hasta la zona, ya que es un entorno poco poblado. La situación podrá cambiar cuando las nuevas viviendas atraigan una mayor cantidad de población.
La decisión de crear una zona residencial de baja densidad viene de lejos. Antes, el Ayuntamiento dirigido por Odón Elorza proyectó crear un barrio de VPO en este punto, una idea que fue posteriormente desaconsejada por la fuerte pendiente del terreno, entre otras cuestiones. Finalmente, el Ayuntamiento decidió destinar el entorno a viviendas de alta gama. Aprobó un concurso público, que ganó una empresa, que debía construir 288 viviendas y generar unos ingresos de 26 millones de euros para el Consistorio. Sin embargo, la firma se echó para atrás en plena crisis económica y la operación quedó abortada.
Desde hace una década, el Consistorio ha intentado distintas fórmulas para vender estas parcelas y es ahora, con la mejora de la economía, cuando ha podido vender sus parcelas, aunque no al precio que previó en un primer momento.