Entre los actos de la Semana Grande uno de los más originales es la bajada de Goitiberas Aste Nagusia que ayer celebró su quinta edición, en el camino de Markotegi. Un centenar de personas se acercaron hasta Zuatzu para presenciar las bajadas de los 33 participantes de este campeonato, al que acudieron familias al completo con hijos y jóvenes interesados en la actividad.

Hubo buen ambiente en las bajadas y el público animaba a los participantes cada vez que descendían la cuesta. Apenas se vieron las goitiberas tradicionales con rodamientos, ya que solo participó una, pero sí se pudieron contemplar vehículos muy innovadores y muy trabajados como los que tenían forma de coches o motos. “Antes había más con rodamientos que ahora, ya que la gente prefiere participar con las que denominamos Neumatika, es decir, con ruedas de coche”, explicó Asier, el encargado de tener preparados a los participantes antes de las bajadas. En el circuito, tomaron parte goitiberas de otras modalidades diferentes como las Arinak, que son las goitiberas más ligeras y suelen ser motos o patines; las Drift Trike, que son una especie de triciclo, y las tradicionales con rodamientos.

El número de participantes ha decrecido comparándolo con el año anterior, ya que en la pasada edición compitieron 35 personas y en esta, aunque también estaba prevista la misma cantidad, han tomado parte dos menos. “Echamos en falta que haya participantes de Donostia, ya que la mayoría que están aquí son de la provincia o de Bizkaia y también hay gente de Cantabria y de Catalunya”, manifestó Asier. El encargado achacó la falta de participantes donostiarras a la poca información acerca de esta prueba: “Antes ha venido una cuadrilla preguntando si podían participar y les he contestado que hay que apuntarse tres días antes porque hay que hacer un seguro”.

En la carrera los corredores tuvieron que bajar la cuesta del camino de Markotegi tres veces, la primera de entrenamiento y las dos siguientes de competición. Para determinar quiénes fueron los ganadores se tuvo en cuenta la mejor marca de entre las dos bajadas. El público se colocó en las tres curvas del trayecto y cerca de la línea de meta para poder ver a los corredores. Muchos de los niños miraban asombrados las goitiberas y disfrutaban observando los descensos. Cerca de la línea de meta, algún que otro participante perdió el control de su vehículo y ese hecho les hizo desperdiciar las opciones que tenían para ganar el trofeo, pero los organizadores estaban preparados para ayudarles a terminar y cruzar la meta.

El evento estaba muy bien preparado en cuanto a seguridad y por megáfono se avisaba a los espectadores cuándo iban a salir las goitiberas para que se colocaran en los lugares señalados para estar protegidos ante cualquier inconveniente. Además también había una ambulancia cerca de la línea de meta por si ocurriera algo. “Tenemos la suerte de que no suele haber ningún problema y no tenemos ni golpes fuertes ni accidentes”, expresó Asier.

Tras acabar las tres bajadas, desde el megáfono se anunció que los participantes descenderían una cuarta vez, pero de una manera diferente, ya que iba a ser un descenso de exhibición y los corredores bajarían por grupos, en lugar de hacerlo de modo individual, para premiar la presencia del público.

La fiesta terminó con la ceremonia de entrega de premios. Entre los corredores federados, en la modalidad de Drift Trike el campeón fue Ion Sabaté (1:16.427); Oier Mendizabal como piloto y Mikel Momoitio como copiloto hicieron la mejor marca al ser los únicos en la modalidad de rodamientos (1:28.227 ); en Arinak, venció Francisco Martínez (1:02.429), y en Neumatika, los hermanos Julen Markez y Gorka Markez (1:01.647). En los no federados el premio se lo llevó Saioa Elorza (1:07.131).