Azkoitia - Ya han comenzado las primeras visitas guiadas del programa Tesoros Escondidos. ¿Qué ofrece la campaña de este año?

- Azkoitia y Azpeitia son dos localidades con un patrimonio histórico, artístico y cultural de un valor incalculable y están marcados por dos figuras señeras de nuestra historia como San Ignacio de Loiola, que abre la época moderna, y el Conde de Peñaflorida, que inicia la época contemporánea. En torno a estos dos personajes existen una serie de visitas turísticas que se enmarcan en elementos físicos como son el casco histórico de Azkoitia o el magnífico edificio del Santuario de Loiola. Además, este año, como novedades tenemos el recorrido a pie entre los dos municipios, entre Balda y Soreasu el 9 de junio y el 8 de septiembre, y la visita del 7 de julio donde se podrá conocer la vida tradicional vasca mediante la plaza de Azkoitia.

Además de estas visitas del programa Tesoros Escondidos, ¿qué tienen Azkoitia y Azpeitia para ofrecer al turista?

- Cualquier viajero o viajera que venga va a tener cubiertas sus expectativas. ¡Nuestro valle ofrece un producto turístico mucho mejor de lo que uno puede pensar!. El paisaje donde está inmerso Iraurgi, es rico, con montaña, con caseríos, ermitas y actividades agrícolas. La gastronomía es de temporada, y no podemos olvidar la sidra, los quesos, su confitería artesanal o los asadores. Es una sociedad que además se expresa en euskera y ello confiere una distinción cultural única. Estamos mucho más cerca de la costa que del interior, llega la brisa marina y ello hace que sea muy fácil combinar playa y montaña. En términos turísticos, nuestro valle, Iraurgi, se encuentra en el epicentro de las grandes marcas como Donostia, Bilbao, la Rioja Alavesa...

¿Cómo prepara las visitas guiadas?

-Lo que uno requiere para expresar es sentir. Si uno no siente muy difícilmente hará que otros sientan. Yo soy un apasionado de la historia y soy un militante que no para; hasta tal punto que incluso estudio la procedencia de los visitantes. De forma que si viene alguien de Miranda de Ebro, Alemania o Córdoba procuro hacer una conexión o complicidad. Así, pongo en relación el recurso turístico que están viendo y su origen. Por ejemplo, los de Tudela se sorprenden cuando digo que el día que un rayo destrozó la torre de su catedral coincidió con la colocación de la primera piedra del edificio de Loiola. O a los murcianos decirle que en la parroquia de Azkoitia hay un retablo realizado por un paisano.

Ha mencionado a cordobeses, alemanes... ¿Pero qué tipo de visitantes suelen venir?

- Acude mucha gente local que se lleva la sorpresa de no conocer ni sospechar el valor que escondía un edificio que ve todos los días. De fuera viene mucho excursionista, grupos culturales, jubilados jóvenes o de primera edad y luego está apareciendo un nuevo segmento muy interesante de jóvenes de alrededor de 30 años. Luego hay un lapso entre personas de 30 y 50 años.

Habla de visitantes locales. ¿Cree que está cambiando la costumbre de viajar al exterior?

- Sin duda. De hecho, una de las anécdotas más bonitas que me han pasado fue el verano pasado cuando una familia volvió de pasar sus vacaciones en Peñíscola. La familia vino a la visita del palacio Insausti y fue muy bonito ver la respuesta de la niña al final. Le dijo a su madre; "Ama, aquí no tenemos castillo, tenemos palacio. Aquí no tenemos Papa, pero tenemos un conde e hizo cosas aquí ". Era una niña de unos 8 años y me quedé asombrado de esos ojos inocentes y la perspectiva que tuvo de visitar un edificio que había tenido delante siempre. Mucha gente conoce los entresijos de los sitios que visita y sin embargo, llega a Azkoitia o Azpeitia y no tiene ni idea.

¿Le gusta viajar? ¿Qué destinos le impactaron más?

Me gusta mucho viajar y hacer excursionismo. Puedo decir que Japón me impactó, Nueva York me impactó... pero me quedo con Roma, París o Londres. Castilla me fascina, y por Andalucía siento pasión. Pero Euskal Herria es el país que siento por encima de cualquier valoración física o histórica.