Aizkorri ‘estrena’ refugio
El refugio del monte Aizkorri, que se encontraba en un pésimo estado, ha sido completamente renovado gracias a la colaboración de sendos grupos de montañeros de Debagoiena y Zegama.
Todo se desencadenó hace casi un año. Los montañeros que se acercaban a la cima del majestuoso monte Aizkorri podían comprobar de primera mano el pésimo estado en el que se encontraba el refugio. Algunos montañeros subieron a las redes sociales fotografías del recinto e incluso había quien iba más allá y apostaba por demolerlo si se seguía manteniendo en ese estado de conservación.
Fue entonces cuando un grupo de montañeros de Debagoiena se unió y comenzó a pensar en cómo podían mejorar la instalación. “El pasado invierno nos acercamos muchas veces hasta la cima de Aizkorri y siempre que subíamos veíamos que el refugio estaba en malísimas condiciones, pésimas. Los animales entraban y casi había una capa de metro medio de excrementos. De esa manera nadie podía utilizarlo, y la verdad es que entrando ahí a uno se le quitaban las ganas de hasta cambiarse la ropa”, cuenta Gaizka de Miguel, natural de Bergara y uno de los partícipes en las obras de remodelación.
A finales de septiembre empezaron con la obra. “Llevamos un taladro para mejorar la puerta, y limpiamos y desinfectamos toda la zona”, cuenta De Miguel. Desde el principio se pusieron en contacto con el grupo de montañeros de Zegama Amezti Mendi Elkartea y el Ayuntamiento de la localidad: “Desde el principio nos tendieron la mano, y no solo ellos, ya que la zona es un parque natural, también hablamos con los parketxes de la zona y también con los organizadores del maratón Zegama-Aizkorri”, añade. Todos entendieron que era necesario acometer la obra para dare una nueva vida al recinto. El 28 de mayo, coincidiendo con la Zegama-Aizkorri, llevaron el material hasta el refugio y desde entonces no han parado ejecutando la renovación. Ahora mismo, ya han acabado con las obras: “Solamente falta poner un cristal en una ventana, pero ya está totalmente finalizada”.
Una vez más, gracias al voluntariado y las ganas de ayudar que han demostrado estos montañeros, todos aquellos que suban a la cima, además de disfrutar de un paisaje que quita el hipo, también encontrarán un refugio a la altura de las circunstancias.