donostia - A lo largo de todo el año y especialmente en verano, los jueves de pintxo-pote de Gros resultan multitudinarios. El de ayer, sin embargo, el primero incluido en el programa de la Semana Grande, no lo fue tanto como se preveía. La existencia de una buena lista de actividades programadas en todos los barrios de la ciudad hizo que las muchedumbres que algunos esperaban y otros temían no llegasen a producirse.
A pesar de ello, los bares trabajaron a tope, como el resto de los días de este periodo de fiestas, ya que la clientela es constante. También lo hicieron los locales que no participan en la oferta de bebida más pintxo, que se ha extendido en los últimos años y es una cita ineludible ya en muchos barrios.
El I Pintxo-Pote Aste Nagusia, concentrado en el barrio de Gros, contó incluso con música en directo en alguna terraza de la calle Zabaleta, con el fin de hacer más agradable el ambiente. - N.G.