donostia - Los escolares llenarán hoy los distintos rincones del nuevo edificio de Aiete Ikastetxea, en la plaza Hiru Damatxo de Puio, un inmueble moderno y luminoso, que mejorará la oferta de instalaciones del centro público de Aiete, nacido hace diez años tras largo tiempo de reclamación vecinal.

Hasta ahora, la escuela del barrio ha funcionado en el edificio de Azkarate Enea, un pequeño inmueble, muy adecuado para las clases de los más pequeños, pero con una evidente falta de espacio, que se ha suplido mediante barracones prefabricados. Este curso, los escolares de dos y tres años seguirán en Azkarate Enea, ya desprovisto de sus barracones, mientras que los alumnos de Primaria estudiarán en el nuevo edificio que se estrena hoy, junto a una plaza abierta y bien comunicada de la zona nueva del barrio.

La directora de Aiete Ikastetxea, Txus Legorburu, aseguró ayer a este diario que la comunidad educativa de Aiete “se encuentra muy ilusionada” con el nuevo edificio y que, a pesar de las dificultades propias de los primeros días, ya que aún faltan algunas cuestiones por completar. La responsable confía en poder ir adecuando el moderno edificio al proyecto educativo del colegio, una vez pasada la vorágine del estreno, y lograr el ambiente cálido y acogedor que ha caracterizado las aulas de Azkarate Enea. Este curso, cerca de 120 alumnos estudiarán en Aiete Ikastetxea. La mayor parte de ellos lo harán en la nueva construcción, que albergará un total de seis grupos.

La apertura del edificio ha hecho que la matriculación de nuevos alumnos de preescolar en Aiete en se haya incrementado. Hasta el momento, la falta de espacio adecuado para los cursos superiores de Primaria echaba para atrás a algunas familias a la hora de elegir el centro.

Las nuevas aulas están repartidas en cuatro plantas y hay espacios específicos para informática e inglés, además de un gimnasio, una biblioteca y otras dependencias. Una pista polideportiva y zonas de juego completan la oferta.

seis millones La obra del nuevo colegio comenzó hace dos años, después de que el Gobierno Vasco aprobase finalmente una partida de seis millones de euros para su construcción, que fue retrasándose por distintos motivos. El inmueble tiene 4.000 metros cuadrados, 1.000 más de los previstos en el primer proyecto, ya que durante los preparativos se vio necesario ampliar las instalaciones.

El retraso en el arranque de las obras del prometido colegio motivó distintas movilizaciones en el barrio y, finalmente, un acto de protesta convocado en diciembre de 2013, que terminó transformándose en una fiesta, cuando los representantes del barrio y del centro escolar tuvieron conocimiento de los planes del departamento de Educación para presupuestar el edificio en el ejercicio siguiente. Hoy, la nueva escuela echará a andar en vísperas de las fiestas de barrio