No es un año de manzana. Los productores de una de las frutas más típicas de las comarcas de Buruntzaldea y Oarsoaldea son tajantes cuando hablan de la producción de manzanas para este año. Agosto es el mes en el que se empieza a recoger la manzana de mesa, pero este año el trabajo se va a ver reducido por la menor cantidad que tienen los manzanos de la fruta que los pueblan.

Manuel Iradi, del caserío Zabaloenea de Hernani, es uno de los mayores productores de manzanas de mesa de la comarca y ganador en múltiples ocasiones de los concursos de fruta de Santa Lucía en Zumarraga, de Santo Tomás en Donostia y de la ferias de Ordizia de septiembre y de diciembre. Sus manzanales también han visto reducidos los kilos de manzanas. “Tengo un 25% menos de manzanas que en años anteriores y que el año pasado. Si hablamos ya de la comarca, se puede asegurar que la producción es un 40% menor. Estos datos nos hablan claro de que no es un año de manzanas”, afirma.

Las razones de esta merma pueden ser varias y una de las principales es que el año anterior fue bueno en cuanto a cantidad. “Al igual que en la cosecha, con las manzanas lo normal es que haya un año bueno y el siguiente no lo sea tanto. Cuando un año ha habido mucha flor, al siguiente cuesta que brote con fuerza porque está más debilitada. Es algo habitual”, explica el productor. Pero este año la cifra ha bajado quizás más que cualquier otro año.

El cuidado de los manzanales es de vital importancia según Iradi: “Es fundamental. Si no se cuida bien o no se hace mucho caso, la producción baja todavía más. En cambio, si se trabaja bien y se cuida como es debido, se mitigan las pérdidas”. Si bien es cierto que la bajada de producción no es homogénea en toda la comarca, se puede asegurar que este año los guipuzcoanos de la comarca de Buruntzaldea, Oarsoaldea y Donostia tendremos menos manzanas autóctonas para degustar. “En otras comarcas es posible que el efecto no haya sido el mismo”, comenta Iradi.

Para saber si la temporada viene bien o mal la primavera es la principal referencia: “La época de flor nos indicará si será o no un buen año. Si tiene mucha flor es positivo y si tiene poca, no. Este año ya se veía que no sería como los anteriores y en eso puede influir también el tiempo que hace en esas fechas”. Una granizada, que no llueva o que no haya suficientes días de sol pueden arruinar una temporada.

Se ha retrasado Además de la menor cantidad, otro de los efectos que se ha producido este año ha sido el retraso en la madurez de la manzana. “La madurez de la manzana tiene siempre el mismo tiempo, pero la flor puede salir antes o más tarde. Este año se retrasó dos semanas y por eso la manzana viene más tarde” explica Manuel Iradi.

Otros años para estas fechas ya se habían recogido muchos kilos y la mayoría del trabajo de recogida de la manzana de mesa ya se había realizado. “Por estas fechas ya habíamos acudido a algún mercado a vender manzanas, pero este año todavía no. Vamos a empezar a recogerlas más tarde”, apunta.

Seguro que para el miércoles 7 de septiembre, día grande de las fiestas vascas de Ordizia, los consumidores de manzanas podrán degustar todo tipo de manzanas en los puestos preparados para la ocasión.