donostia - Petritegi, junto a la enoteca Urban Grape de Boston y la empresa Shacksbury de elaboración e importación de bebidas, ha sido protagonista de un acto muy especial en el restaurante Toro de la ciudad de Boston, Massachusetts: la presentación de la sidra Shacksbury Basque Cider, la sidra natural que elabora Petritegi para la empresa Shacksbury de Shoreham, en Vermont. Ainara Otaño reconoce que “cada vez a más gente de los EEUU le gusta la sagardoa, o sidra vasca, y es por ello que estamos apostando por la presencia de dos marcas en el mercado, por un lado la sidra al estilo vasco que elaboramos para Shacksbury, con etiquetado propio Basque Cider y por otro lado nuestra sidra de siempre, con el etiquetado de Petritegi.”

Los principales motivos por los que se celebró el acto en el restaurante Toro fueron dos. Por un lado dar a conocer a los asistentes las características de la sagardoa, sidra natural vasca, y la cultura e historia que giran en torno a ella; y por otro lado, presentar al público la sidra de estilo vasco de la empresa Shacksbury que se elabora en Petritegi. También se dio a conocer la trayectoria de la sidrería Petritegi en el mundo sidrero vasco. Ainara reconoce que “en los EEUU se da muchísima importancia a la filosofía, a la gente y a la historia que hay detrás de cada proyecto, y en este caso, Petritegi tiene mucho que contar.”

David Dolginow y Colin Davis, comenzaron con la presentación del acto, exponiendo la filosofía, la ilusión y los objetivos de su empresa, Shacksbury. Después tomó la palabra Hadley Douglas, dueña de la famosa enoteca de Boston Urban Grape, que comentó la situación actual del mercado estadounidense. Después llegó el turno de Ainara Otaño, de Petritegi, quien en euskera expuso al público allí reunido la trayectoria de Petritegi en el mundo sidrero, desde los inicios mismos del caserío-lagar antes del año 1526 y de la familia Otaño-Goikoetxea, que lleva cerca de 100 años en el caserío elaborando sagardoa. A Ainara le llamó la atención “el interés de la gente por nuestra historia, les admiraba saber que represento a la 5ª generación de una familia que lleva 100 años elaborando sidra en un caserío de cerca de 500 años, para ellos era algo increíble. Ahí reside gran parte del valor que tiene la sagardoa de Gipuzkoa y es un punto que hay que trabajar. También es de destacar el interés que muestran por nuestra sagardoa, por el euskera y por las costumbres vascas en general.”

Después de las presentaciones llegó la hora de probar la sidra de la barrica llevada para tal efecto al restaurante Toro. La gente congregada deseaba degustar la sidra, unos porque la conocían de antemano por haber visitado Gipuzkoa o por haberla comprado en los mercados locales, y otros porque era una auténtica novedad. La verdad, es que la sidra tuvo una aceptación genial entre todos los asistentes. - N.G.