VECINOS de la Parte Vieja, algunos desde sus propios balcones, asistieron ayer a la inauguración oficial de la escultura dedicada a la población civil que reconstruyó la ciudad tras la destrucción de hace dos siglos. El alcalde, Juan Karlos Izagirre, y la autora de la imagen, Dora Salazar, levantaron la tela que ocultaba la figura, una mujer de hierro que acarrea un cesto lleno de piedras, como símbolo de la reconstrucción de la ciudad, mientras la Banda de Txistularis interpretaba la antigua marcha de San Sebastián.

Junto a la escultura, en la pared de la plazuela Valle de Lersundi, figura una placa con un bertso de Maialen Lujanbio, inspirado en quienes se esforzaron por rehacer la ciudad, tras los trágicos sucesos de hace dos siglos. El texto recuerda la actuación de la mujer, en igualdad con el hombre, en aquel renacer urbano. Los bertsos fueron cantados ante los asistentes por el bertsolari Martin Agirre y parte del público le acompañó tímidamente gracias a los textos repartidos con anterioridad.

Otros rostros conocidos de la ciudad que se acercaron al lugar fueron el actor Ramon Agirre, el exalcalde, Ramón Labaien, la titiritera Enkarni Genua, y el comunicador Mariano Ferrer, entre otros. De la Corporación donostiarra asistieron la presidenta de la comisión del Bicentenario, Miren Azkarate (PNV); la delegada de Igualdad, Naiara Sanpedro y el delegado de Fomento, Josu Ruiz, ambos de Bildu; Marisol Garmendia (PSE), así como Ramón Gómez e Iñigo Arcauz (PP).

El alcalde explicó en su discurso que la escultura ha sido colocada en marzo ya que es en este periodo en el que se celebra el Día de las Mujeres. Asimismo, recordó que constituye el tercero de los hitos del bicentenario de la reconstrucción de Donostia, que se celebra a lo largo de todo el año. Izagirre animó a hombres y mujeres donostiarra a seguir construyendo la ciudad, entre todos.

Por su parte, la artista Dora Salazar se mostró contenta en el acto y confesó que había sido un "orgullo" y "un gran reto" haberse encargado de crear plásticamente una imagen que simboliza a la sociedad donostiarra, en esta ocasión, en forma de mujer. "He pasado muchos nervios", agregó.

Tras la inauguración de la imagen, ubicada sobre una peana de piedra negra similar a la de las escaleras de la fuente de la plaza, tuvo lugar un espectáculo teatral bajo el título Seguimos quemadas. Tras el momento para el humor, se repartió un aperitivo ofrecido por la sociedad Kainoieta, que da nombre popular a este txoko de la Parte Vieja.