La tapicería Loidi continúa con la labor de su fundador, Joxe Miguel

La tapicería Loidi de Zarautz cuenta con dos tiendas en la calle Urdaneta 2 y 5. Se trata de un negocio familiar, que a día de hoy está dirigido por los hermanos Ana y Aitor Loidi. Ambos se dedican a la decoración de la casa, sobre todo en cortinas y colchones para el hogar.

Los hermanos Loidi, que trabajan en horario compercial, buscan ofrecer el mejor servicio posible a sus vecinos de Zarautz y del resto de pueblos de los alrededores. La tienda abre de 10.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.

Tanto Ana como Aitor admiten que todo lo que saben ha sido gracias a su maestro, Joxe Miguel Loidi, al que llamaban aita. Por ello, han querido hacerle un reconocimiento, ya que no solo está presente en las vidas de sus hijos y familiares, también, en la mente de todos los clientes de la tienda Loidi.

Por circunstancias de la vida Joxe Miguel Loidi tuvo que ponerse desde muy joven a trabajar como cobrador de recibos en un banco. Poco después, y debido a su rica personalidad, decidió trabajar en un sector más creativo, y optó por formarse en el mundo de la tapicería, que años después se convertiría en toda su vida y la de sus familiares.

En el año 1983 decidió arriesgar y abrir su propio negocio por su cuenta, mientras sacaba adelante a sus cinco hijos, con la ayuda y apoyo incondicional de su mujer, Isabel. Junto a ellos, siempre estuvo la izeba Miren, colaborando en el negocio, sin perder puntadas de aguja e hilo.

Aitor y Ana, al igual que sus hermanos, reconocen que siguen viendo todavía el fruto del esfuerzo de su aita tres años y medio después de su muerte, cuando todos sus clientes tanto de Zarautz, como de Orio, Getaria, Zumaia y de los alrededores, admiten llevarlo todavía en su recuerdo, por la buena persona, trabajador sencillo, cariñoso y sobre todo, el gran padre que fue, dispuesto a estar siempre donde se le necesitaba.

Sus hijos recuerdan que, después del trabajo, sus prioridades eran la Real Sociedad, que tantos disgustos y alegrías le daba; el balonmano de Zarautz, con el que disfrutaba; y como no, la trainera de Orio y los aguiluchos.

Aitor y Ana le sienten entre ellos, cada vez que se ponen a trabajar, cuando cortan una tela y parece que de un momento a otro les va a colocar las tijeras rectas. Cada momento y cada lugar de la tapicería Loidi les recuerda a él. Por ello, sus hijos Ana y Aitor, actuales propietarios del negocio, se esfuerzan todos los días por alcanzar el listón tan alto que su aita dejó, tanto en su forma de trabajar como en el trato a sus clientes.