Irene Lukas estudió en la escuela de cocina de Ategorrieta y optó por la pastelería, haciendo prácticas primero y trabajando después en Barrenetxe. Pero la tradición del comercio familiar -una tienda de ultramarinos por parte materna que se remonta a su bisabuela- y su amor por la pastelería artesana y bien hecha, le llevaron a poner en marcha a finales de 2009 Oa -su segundo apellido- como continuación de la saga familiar dedicada al comercio.

"Empecé haciendo lenguas de gato en el horno de casa y, luego, ya en un horno más grande, otro tipo de pastas. Todo poco a poco, hasta que montamos primero el obrador y posteriormente este establecimiento el día de Santo Tomás de 2009", cuenta Irene Lukas desde la calle Kardaberaz, 16 de Hernani.

En la, también, cafetería se respira un ambiente de goxotasuna, con su olor característico de las pastas -el producto reina- recién hechas, de la bollería, chocolates o tartas. "Lo que más se conoce de Oa son nuestras pastas pequeñitas de té, los bombones que también los elaboramos nosotros, las palmeras... todo lo que podríamos denominar pastelería seca".

Entre las tartas destaca el tiramisú, una de hojaldre que Lukas denomina "rústica" y las de bizcocho de chocolate y trufa que se elaboran para festejar a los niños y niñas, decoradas con diferentes motivos.

Entre los bombones Irene Lukas se decanta por los de café, de calidad arábiga, pero no hay que descartar un buen chocolate caliente para desayunar o merendar. En Oa se apuesta sobre todo por la calidad. "Todos los elementos e ingredientes que utilizo son de calidad; no voy a ir a mejorar el precio perdiendo calidad y creo que si apuestas por ésta, el público se acuerda de ti. Cuando entras en Oa la calidad huele bien; si elaboras los productos con mantequilla huele muy diferente a si lo haces con margarina o manteca; lo mismo pasa con las coberturas o la harina y la almendra".

Tampoco se olvida de ir innovando. Por ejemplo, en las pasadas navidades sacaron lo "miguelitos", higos secos con cobertura de chocolate. Para los perezosos también preparan la tradicional compota con manzana reineta, canela, orejones y demás; o las moscovitas, una pasta redonda de naranja, guirlache y chocolate. "Y para la primavera también sacaremos algo; nos gusta cambiar". Y habla siempre en plural porque tras esta cabeza visible se encuentra "toda la familia: padres, tías, cuñadas, hermanos... para cuidar hasta el diseño de la papelería".