"Groseros" de toda la vida, el bar Pincel abre esta tarde sus puertas, totalmente renovado en su aspecto y en los contenidos que va a ofrecer a su clientela de siempre y a todos aquellos que quieran acercarse hasta la calle Zabaleta y disfrutar también a partir de ahora de su terraza.

Los hermanos Maruri representan a la segunda generación del Pincel, un establecimiento que "ha ido evolucionando con el barrio; antes era más pequeño y nos conocíamos todos. En sus comienzos, entre la clientela había mucha gente que se dedicaba al transporte, luego vinieron las oficinas y talleres. Queremos que el Pincel siga siendo un bar asequible, en la línea de siempre, con un menú del día, aunque también vamos a ofrecer platos diferentes en una carta que tendrá ensaladas, raciones, sartencitas, torradas, menú infantil?", explica Jon Maruri.

Las sartencitas pueden ser individuales o para compartir y las hay de huevos con morcilla y piquillos, de tacos de solomillo, y salchichas alemanas. Pero también de verduras, tempuras o alitas de pollo. Las torradas lucirán con jamón con tomate, con foie, jabalí y anchoa o con setas. En el apartado de bocadillos, se ofrece asimismo un gran surtido entre los de siempre y otros más nuevos y originales al igual que los pintxos.

Los fines de semana contarán con menús más elaborados, tanto al mediodía como a la noche, que rondarán los 20 euros "para que no repercuta mucho en el bolsillo pero que la gente se quede satisfecha, aunque también durante el fin de semana se podrá optar por las cazuelitas o raciones. Contamos con una cocina muy bien equipada que nos va a permitir hacer más cosas y mejor comparativamente con la etapa anterior, aunque también se ha reforzado la plantilla.