Construido entre los años 1741 y 1752 sobre una antigua casa solar del siglo XV y por orden de Xabier María de Munibe, octavo conde de Peñaflorida, el palacio Intsausti de Azkoitia es mucho más que una emblemática construcción rodeada de cuidadas zonas ajardinadas.

Sus paredes, impecables desde la renovación a la que se sometió el edificio hace apenas un lustro (se reabrió en noviembre de 2006 tras invertir 2,7 millones de euros), desprenden un claro olor a historia; a la que tiene sus orígenes en el siglo XVIII.

No en vano, en el año 1764 el palacio Intsausti fue testigo de excepción del nacimiento de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País; una institución promovida por el propio Xabier María de Munibe junto con otras personalidades de la época como Manuel Ignacio de Altuna y Portu o Joaquín de Eguia, Marqués de Narros.

Fueron ellos quienes, a través de las tertulias que acostumbraban a realizar en las estancias del palacio en un ambiente propio de los corrillos intelectuales, dieron forma y acabaron consolidando la sociedad de Amigos del País, que en pocos años se convirtió en toda una referencia para otras sociedades económicas que fueron emergiendo, tanto en el Estado como en otros países europeos, durante las últimas décadas del denominado Siglo de las Luces.

Sea como fuere, el palacio Intsausti de Azkoitia no está dispuesto a vivir de las rentas de su lustroso pasado y afronta un futuro de lo más ambicioso; un futuro que comenzó a fraguarse en el año 1990, cuando el Gobierno Vasco puso el inmueble a disposición de la Real Socedad Basconga de Amigos del Pais.

A punto de cumplir dos décadas de aquella efeméride, la histórica edificación vuelve a ser, desde su renovación, la cuna de esta entidad de amigos del país, que ya ha trasladado sus oficinas y sus archivos a un palacio que también cuenta con una biblioteca y salas para investigaciones, reuniones y tertulias.

Sin embargo, el proceso puesto en marcha para dinamizar el palacio Intsausti no quedará ahí y en los próximos años serán varias las actuaciones que se llevarán a cabo en ese sentido. La mayoría de ellas perseguirán el doble objetivo de impulsar el edificio "para convertirlo en el núcleo de innovación y desarrollo que fue en el siglo XVIII y en un lugar para el contraste de ideas capaz de encontrar elementos en común desde la disparidad", explicaba hace apenas unos días el alcalde de Azkoitia, Asier Aranbarri, durante la presentación del proyecto de digitalización del archivo Peñaflorida.

Según reconoció el primer edil, "a pesar de su dilatada historia y de su condición de cuna del movimiento ilustrado, el palacio Intsausti es un gran desconocido para la gran mayoría de la ciudadanía vasca, e incluso, para muchos azkoitiarras".

Por todo ello, el primer edil apuesta porque los próximos pasos en torno al inmueble estén encaminados "a que la gente lo conozca y a convertirlo en un referente para todos aquellos investigadores que se centre en el estudio de documentos del siglo XVIII".

Cursos de verano de la UPV

Nueva sede a partir de 2010

El palacio Intsausti, construido aplicando las ideas y criterios arquitectónicos promovidos por la Ilustración, se convertirá a partir del próximo año en una sede más para la impartición de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco.

Como no podía ser de otra manera, la UPV aprovechará su nueva sede para impartir aquellos cursos relacionados con la Ilustración y los estudios del siglo XVIII.