Mundaiz celebra medio siglo de actividad docente el sábado
El 30 de noviembre de 1956, los hermanos Esteban Múgica y Evaristo Unzalu (Director), firmaron en el despacho del señor Olazábal las escrituras de compra de la Villa Mundaiz, donde, tres años más tarde, el 6 de abril de 1959 exactamente, comenzaría la primera clase de bachillerato para los alumnos de Sánchez Toca.
De esta manera, se inauguró oficialmente el curso en Villa Mundaiz, hace ahora 50 años. Por este motivo, el sábado se prevé la asitencia de cientos de personas, entre ellas ex alumnos y docentes, profesores, religiosos y, en definitiva, todos aquellos que hayan compartido momentos y etapas de su vida en en centro educativo.
Así, se celebrará una Eucaristía en Franciscanos, presidida por el Hermano Eduardo Múgica, en la que cantará el Otxote Ertizka. A continuación, un grupo de unos 40 alumnos tocarán la tamborrada para dar paso a los discursos y los homenajes al Hermano Jesús López de Foronda, el veterano de la comunidad, y a Dámaso Sánchez y Félix álvares, el ex alumno más antiguo de Donostia y el profesor más antiguo, respectivamente.
Tras los reconocimientos, el acto contará con la interpretación de un Aurresku para dar paso a la visita del Aula Museo ubicada en la Villa Mundaiz. Allí, los asistentes podrán disfrutar de objetos que, hace ya 50 años, formaban parte del día a día escolar.
Además, se podrán cotemplar las vidrieras recientemente restauradas y los escudos de la fachada que da a la ciudad. Dentro del aula están expuestos los dibujos del concurso de dibujo organizado por la APA el curso 08-09, y la excelente colección de puzzles del comedor
Como broche final a la celebración, la organización ofrecerá un aperitivo a todos los presentes. En este sentido, desde el colegio adviertes que el vuelo en globo aerostático cautivo para alumnos y padres del colegio previsto para el viernes se suspenderá debido a la alerta de viento.
Según apunta José Miguel Arce, perteneciente a la Promoción de 1959, en aquel entonces "no había autobús, ni calculadoras; podíamos subsistir sin teléfono movil, sin zapatillas Reebook y, mucho más, sin ordenador personal. Pero, ¿qué hubiera sido de nosotros sin chapas y sin canicas? En aquel tiempo empezamos a fumar a escondidas y a vestir pantalón largo. Creíamos que el fraile de turno era nuestro enemigo y que las chicas eran unos bichos raros que jugaban al brilé".
"En Mundaiz acabamos de llenar el petate que, aunque maltrecho, aún nos acompaña en nuestra singladura vital", concluye.