El DNI del mar: trazabilidad y transparencia en la pesca de bajura vasca
Entre lonjas, barcos y pescaderías, una red de confianza documenta cada paso, desde la captura hasta la mesa
Cuando acudimos a una pescadería en busca de un bocado de mar perfecto para nuestra receta, solemos dejarnos guiar por la vista: el brillo, el color o la frescura aparente. Pero hay un aspecto igual de importante que muchas veces pasa desapercibido: saber exactamente qué estamos comprando. No sólo qué especie es, sino dónde, cómo y cuándo ha sido capturada. Y en ese conocimiento se encuentra una de las grandes fortalezas del sector pesquero vasco: la trazabilidad.
En el ámbito de la pesca de bajura, la trazabilidad no es una opción, sino una realidad diaria, resultado de una cadena compleja pero eficaz que comienza en el mar y termina en el mostrador de la pescadería. Este sistema garantiza que cada pieza de pescado esté documentada durante todo el proceso que desemboca en su venta final; una dinámica que representa el compromiso del sector vasco con las normativas europeas, y que se lleva a cabo bajo la supervisión del Gobierno Vasco.
Hasta el consumidor final
El proceso comienza a bordo de los propios barcos, donde ya se empieza a generar la información necesaria. Los patrones comunican los detalles de la pesca a la lonja: qué se ha capturado y en qué cantidad. Aunque las cifras pueden tener un pequeño margen de error, este no puede superar el 10%, lo que garantiza un control muy riguroso. Desde ese primer aviso se activa una cadena de custodia que no se rompe hasta que el pescado llega al consumidor final.
La lonja se convierte en el centro neurálgico de toda esta gestión. Allí, el producto se pesa, se organiza por lotes homogéneos (misma especie, tamaño, barco y arte de pesca) y se etiqueta con todo el detalle necesario. Para facilitar esta tarea cuentan con máquinas etiquetadoras que aportan la primera información. Existe una triple nomenclatura que debe aparecer: el nombre comercial del pescado, el científico y el código de identificación, conocido como código tres alfa. A todo esto se añade la fecha de captura, la zona en la que se pescó, el tipo de arte empleado (anzuelo, arrastre, cerco…), e, incluso, se aportan datos como la matrícula del barco, el día de salida y regreso, y la fecha de subasta en la lonja.
Las pescaderías, un eslabón muy importante
Pero el proceso no termina aquí. Uno de los eslabones más importantes son las pescaderías, que de manera visible y clara tienen la obligación de comunicar a la persona consumidora la denominación comercial y el nombre científico de cada una de la especies que están a la venta, así como el método de producción, en particular mediante las palabras: capturado, capturado en agua dulce, de cría, la zona de captura y la categoría de arte de pesca utilizado en las pesquerías extractivas, si el producto ha sido descongelado (con excepciones) y la fecha de duración mínima cuando proceda. Por ello resulta fundamental fomentar un consumo consciente e informado, algo que forma parte de los objetivos primordiales del proyecto Kofradia- Itsas Etxea.
Según esta entidad, el etiquetado es un “verdadero carné de identidad del pescado”, una herramienta que fortalece la transparencia en toda la cadena de valor. Además, sirve para garantizar que la pesca se realiza de forma legal, sostenible y en las zonas autorizadas.
Información 'online' y app
Hoy en día, la trazabilidad no se limita solo a las etiquetas físicas. Gracias a la tecnología, las y los consumidores pueden acceder a toda la información del producto de forma 'online'. En el caso de las pesquerías certificadas (anchoa, verdel, bonito del norte y atún rojo) con la K de Euskolabel, cada pieza etiquetada incluye un número de precinto único que se puede introducir en el portal euskolabel.hazi.eus para conocer en detalle su origen.
Asimismo, Kofradia-Itsas Etxea cuenta con una aplicación móvil donde se puede ir más allá de la trazabilidad del producto, a través de información educativa y divulgativa sobre las artes de pesca, los barcos activos, las especies capturadas... Esta app busca acercar el mundo de la pesca de bajura al público general, facilitando el acceso a datos transparentes, técnicos y comprensibles.
El modelo de trazabilidad del sector de bajura vasco no solo cumple con las normativas europeas, sino que se presenta como un ejemplo de profesionalidad y responsabilidad. Gracias a este esfuerzo conjunto de arrantzales, lonjas, pescaderías y entidades como Kofradia-Itsas Etxea, se ha construido una red de confianza entre el mar y la mesa, entre quienes capturan el pescado y quienes lo consumen.
El Eusko Label en productos como la anchoa, verdel, atún rojo o el bonito del Norte es solo una muestra de todo este engranaje invisible, pero esencial. Conocer la trazabilidad del pescado no es solo un derecho del consumidor; es también una oportunidad para tomar decisiones más responsables y sostenibles. Porque cuando uno sabe de dónde viene el pescado que pone en su plato, también entiende mejor el valor del trabajo que hay detrás. Un trabajo riguroso, respetuoso con el mar y con las personas, como el que día a día lleva a cabo el sector de pesca de bajura vasco.