El valle del Urola por fin tiene su libro de viaje

En su libro, Imaz narra con estilo ameno y expresivo el viaje a pie que realizó siguiendo la pista del río Urola y del ferrocarril del mismo nombre. Su pequeña aventura la ha entrelazado con información sobre el valle: historia y figuras clave del progreso en el valle, historia del agua en el valle, construcción del ferrocarril del Norte y del ferrocarril del Urola, citas de escritores y viajeros que han pasado por aquí...

La obra quiere ser un reconocimiento “a un pasado vibrante ligado a un desarrollo económico prometedor” y “a un entorno histórico-natural muy rico que tiende a quedar oculto u olvidado”.

Imaz estudió Física y ha trabajado en la automatización industrial. En la actualidad, se dedica a programar software, a la vez que intenta hacerse un hueco en el mundo de la Inteligencia Artificial. “La ciencia de datos y la Inteligencia Artificial me gustan mucho”, comenta.

También le gusta la literatura. “La literatura ha sido muy importante en mi vida. Me ha ayudado a aprender cosas sobre la vida y me ha servido para saciar mi necesidad de expresarme y para desarrollar la creatividad. Considero que tengo una mente técnica, rigurosa, pero también me gusta desarrollar la creatividad. Y escribir tiene esas dos vertientes: por un lado, hay que salir y buscar historias, por el otro, hay que ser muy metódico”.

Desde joven soñaba con escribir un libro y ya ha escrito dos: en el primero cuenta su experiencia en el Camino de Santiago y en el segundo su viaje por el curso del Urola. “Los dos libros son sobre viajes, pero están muy trabajados. No me he limitado a contar lo que me ha pasado. Hay mucho trabajo detrás. Un libro tiene sus reglas acerca de qué contar y cómo contarlo”.

Fue durante la pandemia cuando decidió escribir un libro sobre el valle del Urola. “Vivíamos frente a la estación del Urola. A la inauguración de ese ferrocarril vinieron el rey Alfonso XIII y el dictador Primo de Rivera. Estuvieron en esa estación. Hoy en día está abandonada. Por otro lado, mi padre también nació en el barrio de las estaciones. Trabajó en Orbegozo y le gustaban mucho los trenes. Me contaba historias. Cuántas cosas había antes en el barrio de las estaciones... Era un barrio lleno de vida y hoy en día está olvidado. Se ha convertido en un barrio más. Durante la pandemia vi que podía escribir un libro acerca de todo eso, pues he leído muchos libros de viajes”.

Ha pasado casi cinco años preparando el libro. “Me hace mucha ilusión haber escrito este libro, pues había un vacío: no se había hecho nada parecido. Además, creo que el valle del Urola tiene un encanto especial. Cuenta con una gran riqueza: el ferrocarril del Norte, la industria del hierro, la relación de Azkoitia con la Ilustración, Loiola, el balneario de Zestoa, la cueva de Ekain... ¡y el río desemboca en Zumaia! En mi opinión, Zumaia es el pueblo más interesante de Gipuzkoa, por todo lo que invita a la reflexión. Por ejemplo, en lo relacionado con la geología. ¿Se puede mezclar todo eso en un libro? Este es el resultado”.

Para preparar el libro, en agosto de 2020 recorrió el Urola en tres etapas: desde Urretxu hasta el nacedero del río, de Urretxu a Lasao y de Lasao a Zumaia. Durmió en Lasao, a la intemperie, en el jardín del palacio de los marqueses de San Millán, que actualmente acoge una comunidad terapéutica. “En el libro cuento algunas de las cosas que me sucedieron durante el viaje. Fue una pequeña aventura, cerca de casa. En Inglaterra le llaman microaventura: por jemplo, salir de casa y dormir en el monte. Cuando viajas andando, suceden cosas. Pero con eso solo no puedes escribir un libro. Se necesitan otras capas: recuerdos, ensayo y poética. La poética le da cohesión al libro. Sino, queda en una mera colección de anécdotas”.

Espera haber logrado esa cohesión. “Lo tendrá que decir la gente. Diferencio el aspecto documental y el literario. En cuanto a la literatura, puede que no haya conseguido decir nada de interés. Pero el lado documental tendrá su valor. Orbegozo, Patricio Echeverría... he leído todo lo que se ha escrito sobre ellos y lo he resumido en unas pocas páginas”.

Se ha inspirado en algunos grandes libros de viajes: Los senderos del mar (María Belmonte), El río del olvido (Julio Llamazares), The wild places y The old ways (Robert MacFarlane), A country year: living the questions (Sue Hubbell) y Pilgrim at tinker creek (Annie Dillard). “No tengo el talento que tienen ellos, pero yo también he escrito acerca de las cosas bonitas y sorprendentes que tenemos cerca: los vencejos que podemos ver en la estación del Urola de Zumarraga duermen en el aire a 2.000 metros, la historia de las anguilas del río Urola es impresionante, el túnel de Oazurtza, Rousseau estuvo a punto de venir a vivir a Azkoitia... ¡Rousseau! ¡Una figura universal! Vivimos en una época en la que nada nos sorprende y he querido transmitir que nuestro valle tiene una riqueza impresionante”.

Imaz lo ha dado todo en este proyecto. Además de realizar una gran labor de documentación, ha sacado él mismo las fotos. Para ello, se inscribió en un curso de la sociedad fotográfica Ikatza de Legazpi y compró una buena cámara. Incluso ha diseñado una página web. “Quiero que la gente lea el libro. En 2026 se cumplirá el centenario de la inauguración del tren del Urola, la estación de Zumaia va a acoger la oficina de turismo, también se va a rehabilitar la de Zumarraga, la Diputación va a prolongar el bidegorri hasta Zumaia... Me parecía que era el momento de publicar este libro. Además, están desapareciendo muchos vestigios. Y puede que la gente lea el libro y le entren ganas de visitar los lugares que se mencionan en él. Puede valer como guía, para el turismo... El Bidasoa ya tiene un libro así y el Urola también lo merecía. 

Imaz vende el libro en su web y los días 21 de diciembre y 4 de enero estará en la feria Made in Urola de Zumarraga (de 10.00 a 15.00 horas, en la plaza). Además, quiere presentar el libro en todos los pueblos del valle.