La lista negra de siniestros mortales sobre las dos ruedas parece no cesar este año en Gipuzkoa. Son ya once los motoristas que han perdido la vida, como tristemente lo ha hecho este lunes la última víctima, Luken Korta Rodríguez, de 20 años.

El capítulo de siniestros comenzó a escribirse el pasado 17 de marzo, cuando falleció un donostiarra de 51 años que conducía su vehículo por la GI-20, frente al parque de bomberos de Garbera y en sentido Irun.

Dos semanas después, fue el Alto Miracruz de Donostia el que se teñía de luto. Un joven donostiarra de 19 años se dejó la vida sobre el asfalto tras impactar lateralmente la moto que conducía con otro vehículo, con tan mala fortuna que desvió su trayectoria y chocó frontalmente contra un árbol.

La escalada de sucesos en las carreteras no había hecho más que comenzar. Continuó muy lejos de la red viaria guipuzcoana. Fue el caso de Ekain Andrés, un joven de 25 años, vecino de Aretxabaleta, que perdió la vida el 7 de abril en otro accidente de moto cuando se encontraba de viaje por el sudeste asiático.

Tres semanas después, el 30 de abril, la tragedia se repetía en Irun. Un nuevo motorista como triste protagonista. El joven de 18 años perdió la vida tras salirse de la carretera cuando circulaba por el camino de Plaiaundi e impactó contra un árbol mientras conducía la moto de un amigo.

El 6 de mayo el escenario de la tragedia se trasladó a Orio, donde un vecino de Andoain de 30 años resultó herido de gravedad tras chocar contra un turismo en la N-634. El motorista falleció al día siguiente en el hospital. Ese mismo mes se conocieron otros dos desenlaces fatales, ocurridos ambos el mismo día.

Un donostiarra de 65 años afincado en Navarra colisionó mortalmente en la GI-2135 a la altura de Leaburu. El impacto fue mortal, contra un turismo cuyo conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia y drogas. Ocurrió el 27 de mayo. Ese mismo día perdió la vida un beasaindarra de 53 años afincado en Burgos. Fallecía en la BU-P8012, cuando conducía su motocicleta a la altura del municipio burgalés de Torrelara.

Tras la pequeña tregua que concedió junio, las malas noticias volvieron a la carretera un mes después. Fue el 13 de julio cuando otro motorista colisionó contra un autobús en la Avenida de Navarra de Donostia. Otros dos accidentes fatales se produjeron en Getaria y en la localidad navarra de Murillo el Cuende. Siniestros mortales a los que se ha sumado este lunes una la undécima tragedia en Zestoa.