El caso Bidegi, al que el juzgado de Azpeitia dio carpetazo la pasada semana con un fallo en el que desautorizó la denuncia de EH Bildu por sus errores y fallos va a seguir enturbiando las relaciones entre la formación independentista y el PNV. EH Bildu no está dispuesto a dar el caso por zanjado y anunció que ha recurrido la sentencia, decisión que para el PNV confirma que lo que oculta su “perversa” estrategia es la “destrucción del adversario político”.

 Ayer se supo que EH Bildu ha recurrido ante la Audiencia de Gipuzkoa el sobreseimiento provisional de presuntos pagos irregulares en las obras de la AP-1, en el tramo Arlaban-Eskoriatza. Según informó el juntero Oskar Bordes en Juntas Generales, el objetivo de EH Bildu con esta querella es que se lleve a cabo un proceso judicial de “plenas garantías”, porque “la ciudadanía tiene todo el derecho a conocer” si hubo un pago irregular a las empresas constructoras. 

El pasado día 6 se conocía que la jueza instructora dictaba el sobreseimiento provisional de la querella, al entender que el informe que la sustentaba tenía “innumerables deficiencias, errores y omisiones que invalidan todas y cada una de las conclusiones establecidas. El julio de 2021, y dada la “extrema complejidad y tecnicismo de los hechos”, la Fiscalía solicitó la elaboración de un tercer informe pericial independiente, “que clarificara la realidad de los hechos y determinara la existencia de fraude de liquidación presupuestaria en este tramo de las obras”, aseguró Bordes.

“Es decir, la fiscalía solicitó un informe independiente, aparte de los existentes, para determinar si se realizó un pago irregular a las empresas de construcción. La Fiscalía justificó la necesidad de esta investigación argumentando que los informes periciales de las partes en conflicto presentaban contradicciones absolutas”. Sin embargo, según Bordes, la jueza del caso denegó este tercer peritaje por su elevado coste. Ahora, en su recurso, EH Bildu solicita a la Audiencia de Gipuzkoa que se lleve a cabo este nuevo peritaje.

“EH Bildu no busca la verdad”

Pero para el PNV, en el fondo, EH Bildu no busca la verdad. En un comunicado emitido a última de la tarde de ayer, la portavoz en Juntas Generales María Eugenia Arrizabalaga acusó a la coalición de querer imponer su relato, construido durante los últimos años “sobre un sinfín de falsedades”.

Arrizabalaga recordó que fueron Martin Garitano y Larraitz Ugarte, cuando en 2012 ocupaban los cargos de diputado general y diputada de Carreteras, los que iniciaron esta estrategia. “Es un relato que han ido alimentando semana tras semana, en declaraciones públicas hasta desembocar en la presentación de dos querellas que, ocho largos años después, y tras un auto de sobreseimiento, han decidido recurrir”.

Según Arrizabalaga, el caso Bidegi es un ejemplo “paradigmático” de que para EH Bildu el PNV es su “enemigo político”. Y reforzó esta opinión recordando otras denuncias de EH Bildu y de “asociaciones o plataformas interpuestas” contra las pistas de Aralar o la planta de valorización de Zubieta como casos más conocidos. De forma sistemática, la justicia ha rechazado las denuncias.

Arrizabalaga admite que el fallo del juzgado de Azpeitia es recurrible pero subraya que “es muy claro cuando señala: “No habiendo acreditado –siquiera de forma indiciaria- los hechos recogidos en la querella sino al contrario, habiéndose acreditado que el informe sustentador de la querella estaba repleto de errores y no habiéndose considerado proporcionado un nuevo informe pericial dado el coste presupuestario que supone, procede acordar el sobreseimiento provisional de las actuaciones”.

La dirigente jeltzale criticó que EH Bildu insista en solicitar un informe pericial “imparcial” cuando la jueza lo ha considerado improcedente “por caro e innecesario”.

La imparcialidad del cargo

En su comparecencia, Bordes criticó a la diputada general, Eider Mendoza, que el pasado miércoles compareció de urgencia para informar sobre la decisión del Juzgado de Azpeitia. Le afeó no actuar con “imparcialidad” como correspondería al cargo de diputada general. Para Arrizabalaga, esta crítica es “paradójica”, teniendo en cuenta lo que en su día “se atrevió hacer Martín Garitano como diputado general”.