Tolosa sufre desde hace ya cuatro meses y más de 130 días un grave problema con la situación del polideportivo de Usabal, que se encuentra cerrado desde que los trabajadores de la instalación convocaron una huelga indefinida con el fin de “renovar el convenio regulador y dignificar las condiciones laborales”. El conflicto, lejos de ofrecer muestras de mejorar y de avanzar en las negociaciones, parece del todo encallado. 

Para conocer el problema desde el principio, hay que retroceder hasta enero de 2023, cuando los 31 trabajadores del polideportivo comenzaron a negociar con BPX, la empresa gestora de la instalación, una revisión de ciertos aspectos de sus condiciones laborales. En las primeras reuniones se trataron quince diferentes peticiones, pero las negociaciones no fructificaron, ya que, según afirman los trabajadores, la empresa alegó que ciertos puntos de negociación “eran implanteables”. 

Ante esta situación, en marzo convocaron una primera huelga que duró diez días. Justo antes de empezar la huelga, los trabajadores recibieron otra oferta mejorada por parte de la empresa, pero entendieron que la nueva propuesta “seguía sin atender muchas de las peticiones”, por lo que siguieron adelante con el paro. Por primera vez, el polideportivo se cerró diez días. Los representantes de los trabajadores explican a NOTICIAS DE GIPUZKOA que unas semanas más tarde, en abril, después de intentar “por todos los medios” negociar su situación, recibieron la “primera y única oferta formal” por parte de la empresa. Aunque la oferta recogía ciertas mejoras en diferentes aspectos, los empleados denuncian que desde aquel movimiento la situación ha sido de “bloqueo total” y no han recibido más propuestas, aunque “sus pretensiones han tenido que bajar”. 

Negociación bloqueada

En mayo, los trabajadores comenzaron la huelga indefinida en la que se encuentran hoy en día, y esta misma semana comparecieron ante los medios de comunicación para denunciar la situación que viven hoy. Afirman que la negociación se encuentra bloqueada en “tres puntos importantes”: la recuperación del poder adquisitivo, las horas de preparación de las clases y las categorías de los puestos de trabajo. Esta misma semana han mantenido una reunión en la que la empresa ha presentado una nueva propuesta que consiste en aplicar el convenio provincial, lo que, afirman, “supondría un retroceso en las condiciones de trabajo de la plantilla”. Entre otras consecuencias, aseguran, la aplicación de este convenio conllevaría que los trabajadores, que llevan desde 2020 “sin ningún tipo de mejora salarial”, no recibirían ningún incremento en sus sueldos hasta el año 2027. 

La situación es cada día más complicada de sostener. El cierre del polideportivo afecta en muchas facetas a los tolosarras, que cada día viven con más inquietud y nervios la espera de una solución que no llega. El verano sin piscinas se ha hecho largo para muchas familias y jóvenes para los que su plan habitual era pasar los días de vacaciones en estas instalaciones.

Los clubes deportivos afectados

De la mano del nuevo curso académico vuelven también las temporadas de los clubes deportivos, que, aunque en verano no han sufrido las consecuencias de la situación, ven cómo no tienen posibilidad alguna de seguir con su actividad habitual y, por tanto, peligra el trabajo que llevan realizando durante años. El pasado 24 de agosto, los clubes deportivos se concentraron en el Triángulo de Tolosa, uniendo las voces de diferentes modalidades y pidiendo una solución para poder empezar la temporada. En Tolosa se compite en 25 deportes diferentes y hay un total de más de 1.200 federados. El cierre del polideportivo les afecta de lleno, sobre todo si se prolonga aún más. 

Los representantes de los clubes viven con gran preocupación el día a día de unas negociaciones que no fructifican mientras intentan buscar soluciones temporales para ofrecer sus actividades e intentar mantener sus organigramas. “Han sido meses de muchos planteamientos y de decisiones difíciles”, afirman a este periódico varios representantes. Casi todos los clubes han tenido que pedir ayudas temporales a equipos y polideportivos de los pueblos de alrededores pero subrayan que en los polidportivos de las localidades cercanas no hay sitio para todos. 

El polideportivo Usabal de Tolosa. _M.S.S_

Fútbol, balonmano, atletismo, baloncesto, natación, gimnasia rítmica, judo y fútbol sala, entre otros, se han visto perjudicados por este conflicto. El problema no solo afecta a los clubes. Cerca de 14.000 personas son socias del polideportivo, pero llevan ya cuatro meses sin poder hacer uso de las instalaciones y la preocupación y el enfado con la situación es latente. Los trabajadores afirman haberse sentido el respaldo del pueblo durante estos meses, y entienden el enfado, pero abogan por una solución que permita ofrecer garantías de un buen servicio. 

Intento de mediación municipal

Completando el tablero de intervinientes en el conflicto está el Ayuntamiento, que durante los meses que dura el conflicto ha cambiado de manos. Durante estos cuatro meses, los dos gobiernos municipales, el de la jeltzale con Olatz Peon, y el de EH Bildu, con el nuevo alcalde Andu Martinez de Rituerto al frente, han intentado sin éxito mediar entre la empresa y los trabajadores. En el último intento de mediación realizado por parte del equipo de gobierno, la propuesta que se hizo a la empresa fue la de subir las cuotas de los socios un 2,5% y con el rédito obtenido aceptar las condiciones de los trabajadores para “desatascar” la situación de una vez por todas. Sin embargo, afirman que la empresa no está dispuesta a adoptar dichas medidas y, por tanto, no pueden avanzar más en las labores de mediación. 

Ante la negativa de BPX a negociar, el Ayuntamiento notificó esta misma semana que “da por finalizada la vía del acuerdo” y comenzará con una nueva hoja de ruta en la que activará “los procesos administrativos pertinentes” para “restablecer el servicio del polideportivo lo antes posible”. En cuanto a los plazos en los que prevén poder abrir Usabal, afirman que no pueden hablar de plazos, pero “trabajamos día y noche en busca de la solución más rápida posible con la ayuda de los técnicos municipales”. 

El alcalde asegura que vive el tema con “preocupación, tristeza, rabia y responsabilidad”, y afirma que tiene un solo objetivo: “poder abrir cuanto antes las instalaciones deportivas” ya que, entiende “el ejercicio físico y el deporte son imprescindibles”.